En dos días, dos ministros presentaron su renuncia al presidente peruano Pedro Castillo. Es otro desarme del gabinete precedido por el fracaso de sus dos anteriores equipos rodeados de polémicas. El domingo 30 de enero se conoció la renuncia de Avelino Guillén a la cartera del Interior y un día después siguió la primera ministra Mirtha Vásquez.
Vásquez presentó su carta de dimisión «ante la imposibilidad de lograr consensos en beneficio del país». Un argumento parecido al que dio Guillén cuando aseguró que al gobierno peruano «le falta definir un rumbo, fijarse metas y planes, y entender que el país no puede ser manejado como un sindicato».
No es un escenario sencillo para el mandatario de izquierda. Tiene varios conflictos por resolver como contratos supuestamente negociados fuera del Palacio de Gobierno, problemas con minerías, petroleras y la posibilidad de una vacancia. Ahora se suman las acusaciones de sus propios funcionarios.
«Por desgracia, llegamos al punto de no haber podido lograr al menos avanzar en consensos sobre el liderazgo de un sector tan importante como el Interior», lamentó Vásquez en el texto de su renuncia. A Castillo no le quedó otra opción que anunciar un nuevo Consejo de Ministros. La excusa fue que «el gabinete está en constante evaluación». Lo curioso es que el presidente peruano envió su mensaje minutos antes. Quizás para disimular la fractura interna.
Un ministro cada 11 días
El primer gabinete de ministros había sido designado el 29 de julio de 2021. Luego de críticas por nexos de varios funcionarios con el terrorismo, irregularidades en su gestión o casos de tráfico de influencias, Castillo anunció un nuevo Consejo el 9 de octubre. Es decir, menos de tres meses después. En este momento siete ministros fueron reemplazados, incluyendo al polémico Guido Bellido. Los otros 12 continuaron.
Pero tal parece que todo se siguió viniendo abajo para el presidente peruano. Walter Ayala, del Ministerio de Defensa que había sido renovado en su cargo, renunció tras la polémica por ascensos militares y, en total, para mediados de noviembre 10 ministros ya habían salido de su gobierno por distintos motivos.
En ese momento Castillo ya se había convertido en el mandatario latinoamericano que más ministros había cambiado en sus primeros días como jefe de Estado. Según la Unidad de Periodismo de Datos del diario El Comercio, el gobierno peruano cambió un ministro cada 11 días en promedio en los tres primeros meses de su gestión. El portal Infobae reseñó el siguiente recuento de sus antecesores:
- El gobierno anterior de Francisco Sagasti cambió a cuatro ministros, dos en el Ministerio del Interior, una en el Ministerio de Salud y una en la Cancillería.
- En el gobierno de Martín Vizcarra, se cambiaron a tres ministros: en el Ministerio de Producción, Ministerio de Economía y Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Un error tras otro
Pedro Castillo aceptó la renuncia de su ministro del Interior, Avelino Guillén. Lo salomónico que quiso ser entre él y Javier Gallardo, jefe de la Policía Nacional del Perú (PNP), tampoco le funcionó. Ambos tenían diferencias como por ejemplo cuando el comandante general de la Policía quiso pasar a retiro a seis de los generales que el ministro consideraba de los más eficientes. Lo que hizo el presidente de izquierda fue mantener a tres generales en sus puestos y otros tres fueron retirados.
Un intento infructuoso y con la renuncia de Guillén, Castillo anunció la destitución de Gallardo. «Como jefe de Estado» decidió «dar por concluida la designación» del comandante general de la PNP.
Por si fuera poco, Guillén dejó el cargo pocos días después de que el gobierno peruano declaró en estado de emergencia la seguridad ciudadana en Lima y el puerto del Callao, vecino a la capital peruana, ante el incremento de crímenes y actos delictivos, recordó EFE. La medida fue aprobada el 26 de enero por el Consejo de Ministros e implica que la Policía Nacional mantendrá durante 45 días el control del orden interno de Lima y el Callao, pudiendo solicitar el apoyo de las Fuerzas Armadas.
No solo el gabinete de ministros de Castillo viene lleno de señalamientos y sospechas de corrupción o nexos con el terrorismo. En el Congreso un caso corresponde al legislador Guillermo Bermejo. Quedó absuelto de presunta afiliación al grupo terrorista Sendero Luminoso, pero el Ministerio Público apelará la decisión. La instancia pide 20 años de cárcel y 100.000 soles (26000 dólares) de reparación civil.
Fuente: PanamPost