Gabriel Boric podría argumentar que se trata de una decisión pensada y objetiva. Que solamente una impresentable militante comunista podría hacer un buen papel de embajadora en el país donde el canciller habla pésimo inglés, pero le dice “dickhead” a los periodistas que lo critican. Argentina tiene repartidos por el mundo varios embajadores del nivel paupérrimo de Bárbara Figueroa. Cabe recordar que el representante del país en Bolivia, se presenta impunemente en los actos políticos de Evo Morales. Igualmente, la diplomática comunista chilena que llega a Buenos Aires, ya es todo un problema para un Boric que incumplió sus promesas en tiempo récord.
Aunque empieza su mandato, la gestión de Boric ya tiene dos paralelismos complicados con los predecibles fracasos de Podemos en España y del Frente de Todos en Argentina. En sintonía con la fuerza de Pablo Iglesias, que se cansó de hablar de “casta política”, hasta que los lugares de poder los tomaron ellos, Boric desde ya comienza a contradecirse.
Uno de sus latiguillos de campaña, que repitió durante años en su militancia de izquierda, fue la válida crítica a la política tradicional de la social democracia y la centro derecha, que utilizaban las embajadas como premio consuelo y como retribución por favores políticos prestados al gobierno de turno, o a la llegada del mismo al poder.
“No naturalicemos el pitutismo y el amiguismo político. El premio porque, como no ganaste la elección, así que te mando para allá”, decía en campaña el que era candidato por el frente Apruebo Dignidad y que hoy es el jefe de Estado.
Cabe destacar, que Bárbara Figueroa fue candidata por el actual oficialismo para la Asamblea Constituyente por el distrito 12 de la Región Metropolitana. La candidata del Partido Comunista que llevó el frente de Boric hizo una mala elección: cosechó menos de 10000 votos, lo que significó un 2,71 %. Terminó en el puesto número once, sobre catorce listas. Sin embargo, todo parece indicar que se “ganó” una embajada importante.
Ante la evidente falta de credenciales como para ejercer el cargo, así como la evidencia absoluta que se trata de una “embajadora política”, el nombramiento, que ya es un problema para Boric, también recuerda la problemática del argentino Frente de Todos. La coalición peronista, que fue eficiente para ganar la elección en 2019, tiene serios problemas de gestión, ya que el poder fue “loteado” para los distintos espacios políticos que lo conforman. El beneplácito que expresó en un santiamén el Partido Comunista de Chile por el nombramiento de Figueroa, da a entender que se trata de la entrega de una porción prometida del pastel.
Nada nuevo bajo el sol, aunque se trate de un presidente joven de discurso progresista.
Como era de esperar, el nombramiento tuvo su respectivo impacto en Buenos Aires. Los periodistas argentinos, ya la están presentando en sociedad.
Fuente: PanamPost
La mentira de campaña de Boric y la embajadora comunista que llega a Argentina
