miércoles, octubre 2, 2024
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Todo un dictador: Daniel Ortega destituye a su embajador que se rebeló en la OEA

Algo está aún más claro sobre el sandinista Daniel Ortega: es absolutamente intolerante a la sublevación entre sus filas. Sin pensarlo, a escasas horas de que el embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, denunciara su represión, lo destituyó.
A través de un acuerdo presidencial, Ortega revocó el nombramiento de McFields en el cargo de representante permanente de la República de Nicaragua, con rango de embajador extraordinario y plenipotenciario ante la OEA que había hecho en octubre del año pasado.

En su lugar, Ortega nombró a Francisco Obadiah Campbell Hooker, quien también es el embajador nicaragüense en Estados Unidos.

Una contradicción

La destitución de Arturo McFields como embajador de la OEA es una contradicción más de Ortega, considerando que en noviembre anunció la salida de Nicaragua de la organización por “actitudes injerencistas” contra su régimen.
En aquel momento, el canciller nicaragüense, Denis Moncada, afirmó que el retiro de Managua constituía una respuesta a los señalamientos de ilegitimidad democrática de los resultados que le otorgaron a Ortega un quinto mandato.
El mandatario sandinista vociferó entonces que bajo el amparo del artículo 67 de la Convención de Viena, que establece el procedimiento oficial a seguir cuando un país decide retirarse de un tratado internacional que ha ratificado, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ya estaba notificado.
McFields simplemente dio una estocada en medio del proceso que tardará dos años en concretarse y dejará a la nación sin acceso a los préstamos de organismos multilaterales ligados a esa organización, entre ellos el Banco Interamericano del Desarrollo (BID).

Manipulación sandinista

Daniel Ortega juega a confundir en medio de la crisis. Su despacho publicó una nota de prensa en la que reconoce a Francisco Obadiah Campbell Hooker como su representante en la OEA. Sin embargo, el portal Nicaragua Investiga informa que hay dudas sobre esto, porque el 20 de octubre de 2021 se nombró a Hooker representante alterno de Nicaragua ante el organismo y una semana después se destituyó a Luis Alvarado, de este modo se podría nombrar a Arturo McFields como representante permanente ante la organización, de acuerdo con el diario oficial La Gaceta.
Mas allá de esta ruleta de nombramientos, Ortega ahora queda con desconfianza en su retaguardia. Las palabras de McFields resonarán por largo tiempo.

«Denunciar a la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible es imposible», sostuvo el diplomático tras reprochar que “no existen partidos políticos ni elecciones creíbles» y «no existe separación de poderes, sino poderes fácticos».

Su voz es lo más cerca de una insurrección contra Ortega desde sus entrañas. McFields actuó con temor. Lo confesó en los cinco minutos de discurso “en nombre de más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida» en el país desde las protestas por las reformas a la Seguridad Social en 2018.
También lo hizo «en nombre de los miles de servidores públicos de todos los niveles, civiles y militares, de aquellos que hoy son obligados por el régimen de Nicaragua a fingir a llenar plazas y repetir consignas, porque si no lo hacen pierden su empleo», afirmó.
McFields, quien se desempeñaba como ministro consejero de la misión permanente de Nicaragua ante la OEA desde octubre de 2019 —y anteriormente fungió como primer secretario de la misión permanente nicaragüense ante ese organismo regional— obtuvo el respaldo hasta de Canadá.

Problemas internos

Las denuncias de McFields exponen las fisuras internas del régimen. Hay quienes vaticinan una “cacería de brujas” dentro del sandinismo después de este episodio, para intentar descubrir a potenciales disidentes con voz en los espacios internacionales, así como en las estructuras del partido de Ortega.
Será una especie de profilaxis. “Van a amenazar a un montón de gente para evitar una reacción en cadena. No solamente con atentar contra su vida y su libertad, sino contra la de su familia, la de sus bienes. Es una situación de barbarie”, reiteró el analista nicaragüense Eliseo Núñez en 100 % Noticias. Quizás ello deje de funcionar. McFields es el primero, se espera que no sea el último.
Fuente: PanamPost

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