Alberto Fernández debería haber pensado mejor antes de hacer el anuncio de la supuesta “guerra contra la inflación”, que no se tradujo más que en la nada misma, cuestión que le criticó hasta el kirchnerismo. Ya que no va a pensar modificar su política de déficit fiscal y emisión monetaria, al menos podría meditar mejor lo que dice. Tristemente, hoy por hoy, Fernández ya ni siquiera hace eso.
Este fin de semana, con la problemática de la inflación en Argentina en aumento, el mandatario volvió a convertirse en meme. No es para menos: habló de inflación “autoconstruida” y responsabilizó a “los diablos” por el incremento de los precios.
En un mano a mano en el canal del Estado, absolutamente oficialista, donde los “periodistas” le permiten decir cualquier estupidez, el mandatario aseguró que hay que abordar el problema de lo que denominó “inflación autoconstruida”.
Para Alberto Fernández, el fenómeno se trata de “una inflación que está en la cabeza de la gente”. Este fenómeno tan particular, exclusivo de la República Argentina, funciona para el presidente de la siguiente manera: la ciudadanía “lee que los precios suben”, entonces, automáticamente, los alimentos aumentan su precio de venta en las góndolas.
Pero la perlita de la entrevista fue la explicación esotérica que le dio al fondo de la cuestión. “Yo necesito que la gente pueda vivir tranquila y que los precios bajen. Pero hay diablos que hacen subir los precios”, señaló el mandatario elegido por Cristina Fernández de Kirchner para el período 2019-2023, que se hace cada vez más largo y tedioso.
Más allá de la torpe analogía y pésima humorada para definir a los supuestos “formadores de precios” que hizo que, una vez más, el país se ría del presidente, Alberto Fernández insistió con la amenaza y la necesidad de la implementación de la nefasta ley de abastecimiento.
De la misma manera que era absolutamente predecible que la “guerra contra la inflación” sería un fracaso estrepitoso, uno ya puede tener la total certeza que si el gobierno avanza en esta dirección, el próximo capítulo de la película es el desabastecimiento puro y duro, que ya se ve con los productos de “precios” regulados.
Como era de esperar, además de los memes llegaron en las redes sociales las críticas de la oposición. El diputado liberal Ricardo López Murphy le pidió a Fernández, desde su cuenta de Twitter, que pruebe con bajar la emisión, el déficit y el gasto público “y deje de hacer el ridículo”. Curiosamente, todas estas propuestas eran las que Alberto les hacía a Cristina, cuando dejó la jefatura de Gabinete en el gobierno de su actual vice.
Fuente: PanamPost