Argentina, a través de la jueza electoral María Servini, negó la posibilidad de realizar las primarias antichavistas venezolanas en ese país debido a que coinciden con la celebración de los comicios presidenciales del 22 de octubre.
Fue Elisa Trotta, integrante del comité organizador de la primaria en Argentina, quien informó de la decisión, dejando momentáneamente a los venezolanos que residen en esa nación sin la posibilidad de participar en dichas elecciones para elegir al abanderado opositor que se medirá contra el dictador Nicolás Maduro en las presidenciales del próximo año.
Como consecuencia, se manejarían otras opciones, como celebrarlas el 21 de octubre. “En coordinación con la Comisión Nacional de Primaria (CNP), los comandos, las organizaciones sociales y los partidos políticos venezolanos en Argentina, estamos buscando alternativas para que los más de 16.000 venezolanos inscritos acá puedan ejercer su derecho”, escribió Trotta en su cuenta de X.
Retos logísticos
Hasta noviembre de 2022 había unos 220.595 venezolanos viviendo en Argentina. En términos porcentuales representan 7,27 % de personas nacidas en el exterior con documento y residencia en el país austral, de acuerdo con cifras de la Dirección Nacional de Población. De ese total, 16.934 se inscribieron en el registro de electores en el exterior que habilitó la CNP vía web. Es decir, las personas inscritas para votar en las primarias antichavistas en Argentina rondarían el 7,5 % del total de residentes.
Sin embargo, el voto en el exterior ha sido uno de los temas más ásperos en unas primarias que han tenido un inicio complicado, no solo por pactos tras bambalinas de algunas postulaciones, sino por los desafíos logísticos que implica coordinar una jornada como esta en todos los países donde hay venezolanos sin la asistencia de las sedes consulares.
Dos meses atrás, Jesús María Casal, presidente de la CNP, informó que dispondrán de 3106 centros de votación y 5000 mesas para que puedan votar 20.342.024 personas habilitadas, según el Registro Electoral (RE) vigente. Pero esa cantidad resulta insuficiente para cubrir la mayoría del padrón electoral, tomando como referencia el promedio de votantes por mesa en las presidenciales de 2013. Por otro lado, el régimen venezolano no habilitó la actualización del padrón electoral en el exterior para las elecciones del próximo año, lo cual resta voz y voto a quienes se acerquen a las urnas el 22 de octubre para las primarias.
El escenario rumbo al 22-O
Lo que deja este proceso rumbo a las primarias es la evidencia de lo intrincado que resulta organizar elecciones desde un país sumido en dictadura. Apartando la decisión de Argentina —tomada por coincidir con las elecciones presidenciales donde se miden Javier Milei por La Libertad Avanza, Patricia Bullrich por Juntos por el Cambio, Sergio Massa por Unión por la Patria, Juan Schiaretti y Myriam Bregman— el propio Consejo Nacional Electoral (CNE) amenazó con suspenderlas porque se adjudica “la competencia exclusiva de organizar elecciones”.
Faltan menos de 10 días y el camino luce incierto por distintas razones. A las amenazas del régimen se suma la renuncia de Henrique Capriles Radonski. El abanderado del partido Primero Justicia decidió desistir de su candidatura luego de pactar con el gobernador de estado Zulia y excandidato presidencial, Manuel Rosales. Los motivos podrían ser varios, desde sortear su inhabilitación política impuesta por la dictadura, hasta buscar perjudicar a la precandidata con mayor intención de votos, María Corina Machado.
Luego de su renuncia, Primero Justicia anunció la decisión de no apoyar a ningún candidato, lo que “puede generar un nuevo problema logístico para el 22 de octubre”, según Eugenio Martínez, periodista especializado en la fuente electoral. Asegura que la ausencia significativa de miembros de mesa, postulados por este partido y por Un Nuevo Tiempo (partido de Rosales) podría complicar las cosas a lo interno del antichavismo.