QUITO.- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó que su Gobierno «se ha jugado la vida en la guerra contra el narcoterrorismo» y defendió la labor de la ministra Mónica Palencia, después de una tensa sesión en la Asamblea Nacional centrada en cuestiones seguridad.
La ministra de Gobierno comparecía en la comisión que examina el asesinato en agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio en plena campaña electoral. En un momento de la sesión, la diputada Mónica Palacios, de Revolución Ciudadana, le recriminó a Palencia que no quisiese responder a unas preguntas porque, según alegó, está «encubriendo» a los grupos armados.
«No le admito que usted diga que yo encubro a nadie. ¡Me estoy jugando la vida!», respondió la ministra, antes de abandonar la sala, según informa la cadena Ecuavisa.
Noboa resaltó en su cuenta de la red social X que Palencia «ha sido fundamental durante este grave conflicto interno», enmarcado dentro de un estado de excepción con el que el Gobierno ha intensificado la lucha contra los grupos criminales.
«No podemos permitir que la lucha por la paz de los ecuatorianos sea desacreditada», dijo. Y sin aludir directamente a nadie, ha sugerido que las críticas vertidas por la diputada correísta son «una falta de respeto a la familia de Villavicencio y a todo el trabajo que ha hecho el Gobierno».
Ecuador traza medidas para frenar la violencia
El presidente Daniel Noboa anunció que los reclusos repatriados desde Ecuador tendrán prohibido regresar «para siempre». La decisión forma parte de la iniciativa del mandatario de reducir el hacinamiento en las cárceles ecuatorianas, que actualmente albergan a unas 30.200 personas, según cifras oficiales de 2022.
La medida, que implica la repatriación de alrededor de 1.500 presos colombianos, fue calificada por algunos países, como Colombia, como una «expulsión masiva». El gobierno de Gustavo Petro rechazó el plan de Noboa, argumentando que dejaría a las personas devueltas en libertad al otro lado de la frontera.
Como parte de su estrategia, Noboa tiene previsto construir en los próximos once meses dos prisiones de máxima seguridad para albergar a los reos más peligrosos. El mandatario, quien asumió en noviembre para un periodo breve hasta 2025, ha declarado la guerra a una veintena de bandas del narcotráfico vinculadas a carteles colombianos y mexicanos, tomando medidas contundentes que incluyen el despliegue de fuerzas militares en calles y cárceles.
Esta acción resultó en la detención de cerca de 4.500 personas y el decomiso de 40 toneladas de droga en lo que va de enero. Sin embargo, también desencadenó una respuesta violenta por parte de las bandas, causando la muerte de al menos una veintena de personas en poco más de una semana. La situación refleja la complejidad de abordar el problema del narcotráfico y la criminalidad en la región.