MIAMI — Amnistía Internacional y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) revelaron que ocho periodistas, bajo el mecanismo de protección del Estado mexicano, fueron asesinados en los últimos siete años.
Los organismos destacan en un informe la necesidad urgente de fortalecer y reformar el mecanismo federal. Asimismo exponen las deficiencias del Estado en cuanto a la protección ofrecida a periodistas. Además aseguran que México es uno de los países más peligrosos para la prensa en el hemisferio occidental.
Deficiencias del Mecanismo
El informe «Nadie garantiza mi seguridad», examina a fondo el mecanismo creado en 2012 para salvaguardar a personas defensoras de derechos humanos y periodistas en riesgo extremo debido a su labor.
“El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, una institución federal, sigue siendo una parte esencial de los esfuerzos gubernamentales en México para que el país sea un lugar más seguro para los y las periodistas, pero sólo podrá cumplir esta función si aborda de forma adecuada sus propias deficiencias”, aseguró Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México.
A pesar de su importancia, las cifras revelan que México tuvo un aumento significativo en el rechazo de solicitudes de protección para periodistas, pasando de 1 en 2020 a 49 en los primeros 11 meses de 2023, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.
La protección proporcionada fue calificada como escasa e ineficaz por periodistas, con casos emblemáticos como los asesinatos de Gustavo Sánchez Cabrera y Rubén Pat Cauich mientras estaban bajo protección del Mecanismo.
Jan-Albert Hootsen advirtió que “después de cinco años de incesante derramamiento de sangre y de impunidad corrosiva, ha llegado la hora de que el Estado mexicano actúe y demuestre que por fin está dispuesto a tomarse en serio sus obligaciones en materia de libertad de prensa”.
Crisis e inseguridad
México enfrenta una crisis persistente en la seguridad de periodistas. Con 141 asesinatos desde el año 2000, la impunidad prevalece en estos crímenes. La falta de conocimientos básicos sobre derechos humanos entre el personal del mecanismo, deficiencias en la evaluación de riesgos y la escasa atención a cuestiones de género son aspectos preocupantes señalados en la investigación.
Según la amplia documentación recopilada por el CPJ desde 1992, México es el país más peligroso del hemisferio occidental para periodistas.
Amnistía Internacional y el CPJ destacan la necesidad imperativa de acciones inmediatas por parte del gobierno mexicano, especialmente en vísperas de un nuevo ciclo electoral que podría impactar la respuesta del país ante las violaciones graves de derechos humanos y la libertad de prensa.