CIUDAD DE PANAMÁ.- El opositor Rómulo Roux asegura que si gana las elecciones de Panamá del 5 de mayo impedirá la salida del país del expresidente y antiguo aliado Ricardo Martinelli, asilado en la embajada de Nicaragua tras ser condenado por blanqueo de capitales.
Este abogado de derecha, de 59 años, busca así poner tierra de por medio con el expresidente, en cuya administración (2009-2014) fue canciller y ministro del Canal.
«No, yo no me voy a meter en eso», responde categórico a la pregunta de la AFP sobre si le otorgaría el salvoconducto a Martinelli para salir de la legación diplomática rumbo a Managua.
Martinelli condenado a prisión por once años
La situación de Martinelli, condenado a casi 11 años de cárcel por blanqueo de capitales, es uno de los asuntos más polémicos que deberá enfrentar el próximo gobierno a partir del 1º de julio.
Martinelli, bajo orden de captura, se refugió en la embajada de Nicaragua hace dos meses. El dictador Daniel Ortega le concedió el asilo, pero el gobierno panameño le negó el salvoconducto.
«Este es un tema que va a manejar la justicia, yo como (eventual) presidente de la República no voy a intervenir», insistió Roux durante un acto electoral en Ciudad de Panamá al final de la tarde del viernes.
Roux, candidato de una coalición de derecha encabezada por su partido, Cambio Democrático, y el Partido Panameñista, estuvo a punto de ganar las elecciones en 2019, impulsado por Martinelli.
Pero la relación se deterioró al punto que Martinelli abandonó Cambio Democrático -fundado por él- y creó un nuevo partido, Realizando Metas (RM).
Desmantelar la corrupción
Roux es uno de los ocho aspirantes a la presidencia en unos comicios que se deciden por mayoría simple en una sola vuelta.
Según una encuesta del 3 de abril, ocupa el tercer lugar en las preferencias electorales con un 10,5%, por debajo del derechista José Raúl Mulino (29,4%), delfín de Martinelli, y el expresidente (2004-2009) socialdemócrata Martín Torrijos (11,6%).
Entre sus principales promesas está cambiar la Constitución para enfrentar la corrupción y reformar el Estado.
«En los primeros 30 días vamos a iniciar un proceso de reforma constitucional para desmantelar un sistema político que hoy está blindando la impunidad y la corrupción», dijo Roux.
Pero las principales preocupaciones de los panameños, según las encuestas, son el desempleo, el costo de vida, el acceso al agua potable, la inseguridad y las deficiencias del Seguro Social.
Roux promete crear medio millón de empleos; subir la pensión mínima a 350 dólares mensuales; reactivar la economía; un plan de austeridad y construir un ferrocarril de la capital a la provincia occidental de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
Colombia y Venezuela «no hacen nada»
Rodeado de simpatizantes, Roux afirmó que de ganar la presidencia, tomará «el control» de la crisis migratoria, de la que responsabiliza a Gustavo Petro y Nicolás Maduro.
«Colombia no está haciendo absolutamente nada, a Venezuela no le importa lo que pase con las personas que salen de allá», enfatizó.
Más de 520.000 personas, en su mayoría venezolanos, cruzaron en 2023 la inhóspita selva del Darién, fronteriza entre Colombia y Panamá, en su camino hacia Estados Unidos. Este año ya van más de 120.000.
Ante esta oleada, el gobierno panameño levantó, con el apoyo de organismos internacionales, varios campamentos con servicios básicos para los migrantes.
«Ahorita Panamá está tomando todos los riegos, todos los costos, no solamente económicos sino ambientales y sociales, de lo que ha sido esa migración ilegal por la frontera», afirmó Roux.
«Vamos a seguir trabajando de la mano con el gobierno americano (estadounidense), pero lo justo es que este tema sea tratado de manera multilateral, no que Panamá tenga que cargar con todo», agregó.