La estrecha relación entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro no se limita a lo diplomático y comercial. Seguir los pasos del fallecido Hugo Chávez ha sido siempre el objetivo del mandatario colombiano, aunque la falta de músculo político y la fortaleza de las instituciones han postergado sus planes. Sin embargo, la manera de responder a los cientos de miles de ciudadanos que le piden en las calles rectificar demuestra que –aunque a otro ritmo– sigue los pasos del chavismo, al menos en el discurso.
Frente a las marchas masivas de este domingo en Colombia contra las polémicas reformas del Gobierno, a Petro solo se le ocurrió hablar de un supuesto “golpe blando” para derrocarlo y de las intenciones de asesinarlo. Algo que los venezolanos se han cansado de escuchar en los últimos 25 años. Y es que este libreto copiado de la dictadura cubana se ha repetido una y otra vez en la Venezuela chavista con el fin de distraer la atención, alimentar la división y judicializar a la disidencia para justificar la persecución, lo cual parece estar copiando Petro en Colombia luego de cinco encuentros con Maduro desde que llegó a la Casa de Nariño.
“El principal objetivo de las marchas es gritar ‘fuera Petro’ y derrocar el gobierno del cambio. Este proceso ya inició y es un golpe blando que anule la decisión popular por el cambio en el año 2022”, dijo el presidente colombiano en su cuenta de X. Y a esto agregó en otro tuit que “el proyecto democrático está en peligro. Aquí lo que quieren es tumbar al gobierno popular y matar el presidente”.
Como es costumbre, Petro usó una vez más las redes sociales para intentar desestimar el descontento popular contra sus reformas, que al menos en el sector salud ya han creado una crisis que no existía antes de su llegada al poder. Según su apreciación, “las manifestaciones contra el gobierno tuvieron más o menos 250.000 personas en todo el país”. Con estas palabras intentó minimizar el impacto de las protestas, admitiendo que “fueron fuertes en su orden en Medellín, Bogotá y Bucaramanga”, pero en el resto del país habrían sido “débiles”.
No hay que olvidar que como líder de la oposición durante el gobierno de Iván Duque, Gustavo Petro promovió cientos de marchas que se tornaron violentas durante un paro nacional que se extendió por más de dos meses y le sirvió para catapultar su candidatura a la Presidencia. Ahora, desde la Casa de Nariño, Petro no solo adopta el viejo libreto chavista del magnicidio sino que también imita la estrategia oficialista de convocar a contramarchas para intentar demostrar que el verdadero “pueblo” está con él.
“Hoy se expresaron en libertad unos, las fuerzas populares deben responder este 1 de mayo”, escribió Gustavo Petro para llamar a marchar a sus seguidores en el Día del Trabajador, lo que asoma su intención de medir fuerzas en las calles, algo que en Venezuela llevó a una confrontación violenta, en muchos casos con saldos fatales.