IBÉYISE PACHECO,
El caso Pdvsa-Cripto ha horadado por todos los flancos a Nicolás Maduro y aún le puede ir peor. Su campaña electoral en lugar de sumarle votos se los está restando. Verse obligado a recorrer el país haciendo promesas que se sienten cínicas visibiliza más su pésima gestión y amplía el foco de atención sobre el mayor responsable de la tragedia del país.
Quienes han tenido el control del gobierno han resultado en una banda de hampones que luego de haber operado con garantía de impunidad han comenzado a disputarse el control del poder y del dinero, por supuesto.
La ausencia de estado de derecho corrobora que Venezuela ha estado bajo el yugo de una tiranía. Solo el caso Pdvsa-Cripto resulta en una bestialidad con decenas de torturados, con detenidos sin derecho a la defensa y ahora con tres imputados que -antes de que trascienda el contenido de sus confesiones-, mueren en condiciones sospechosas. Dijo un testigo confidencial que el coronel Marino Lugo Aguilar, encontrado el pasado 17 de abril supuestamente ahorcado, le había comentado: “no me pueden acusar por lo del Banco del Tesoro porque esos desvíos fueron autorizados por Nicolasito, por Erick Malpica Flores o por Pérez Suárez y de eso hay pruebas”. Luego de la muerte del coronel Lugo Aguilar, unos sujetos fueron a su casa a registrarlo todo.
Para Maduro ha sido imposible ocultar, luego de más de un año que explotó el caso Pdvsa-Cripto, que su protegido Tareck El Aissami estaba conspirando. Evidencia hecha pública registra que desde el 2018 lo hacía su operador financiero Samark López en una conversación con Julio Borges. En eso estaban, sí, además de Samark algunos de la oposición. Pero lo escandaloso para Maduro ha de ser que varios de su propio gobierno lo han hecho activamente, muchos de los cuales siguen ocupando cargos de importancia clave como Sebin, DGCIM y hasta el Ministerio de la Defensa.
Me asegura una fuente de seguridad que fue por azar, buscando el código para ubicar las criptomonedas (la urgencia de Maduro es el dinero), como fueron encontrados numerosos audios guardados en viejos teléfonos y en computadoras en desuso de algunos de los implicados en el caso Pdvsa-Cripto. Para procesar ese material se activó un equipo que trabaja a tiempo completo bajo la supervisión directa de Maduro con la asesoría de unos rusos. Muy pocos conocen el contenido.
A Tarek William Saab le entregan solo la parte que él puede hacer pública -editada para que escuche parcialmente el contenido- y con la narrativa ordenada desde Miraflores. Se entenderá que sea así porque Tarek tampoco parece confiable para Nicolás luego de que trascendiera a través de Leopoldo López que el fiscal del régimen también había sido grabado en acción conspirativa.
Resulta poco efectivo el énfasis en torcer contra la oposición una historia que involucra directamente a la jerarquía madurista. Nicolás no puede evadir su responsabilidad en el Pdvsa-Cripto, a menos que quiera quedar como un idiota.
En general, la mira como conspiradores apunta contra la jerarquía del régimen y el entorno de amigos de Nicolás. Es este aspecto uno de los más sensibles en los audios encontrados; según fuentes de inteligencia, empresarios como Raúl Gorrín; supuestos leales como Vladimir Padrino López; íntimos como Tareck El Aissami; subalternos con la delicada responsabilidad del trabajo de inteligencia como el director de la DGCIM, Iván Hernández Dala, o del Sebin, Gustavo González López; y amigos de su esposa Cilia como Maikel Moreno, han conspirado. Y por lo menos uno de ellos ha enviado a Miraflores este mensaje: “yo tengo a buen resguardo tus secretos”. PD: no me toques (esto último es agregado mío).
No le debe ser fácil a Nicolás todo esto y por eso es peligroso.
¿Y Diosdado Cabello? Algunos consideran que hasta es posible que Maduro esté pensando negociar su entrega. Sin embargo, expertos opinan que Maduro, que no lo quiere, lo necesita con su discurso radical para la militancia y para que el resto del país lo odie. A alguien deben odiar más que a él. A cambio, Diosdado que es flojo y saca cuentas, espera que no toquen a su hermano José David Cabello.
Quedan a la expectativa los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez que ya se han visto beneficiados por el hueco gigantesco que ha dejado administrativamente Tareck El Aissami. De hecho, los hermanos fueron parte fundamental en su defenestración y ahora se sienten cerca de alcanzar su objetivo.
Pronto habría que analizar cómo queda distribuido el pie de fuerza después de la debacle y el fraccionamiento de la jerarquía madurista.
Por lo demás, a la inmensa mayoría de los venezolanos nos corresponde seguir como vamos. Las elecciones presidenciales deben realizarse el próximo 28 de julio. La fuerza conmovedora y creciente de ciudadanos dispuestos a hacerse respetar por la vía electoral es un registro muy poderoso que hay que cuidar hasta el final. Y el mundo nos observa.