MIAMI- El expresidente de Estados Unidos Donald Trump prometió este viernes que apelará el veredicto en su contra de parte de un jurado de Nueva York, en un proceso penal que calificó de «muy injusto, politizado y amañado como era de esperar».
«Fue muy injusto… vieron lo que le ocurrió a algunos de los testigos de nuestro lado. Literalmente los crucificaron», afirmó Trump en un discurso en la Trump Tower de Manhattan al día siguiente de la histórica decisión judicial contra un expresidente estadounidense.
El impacto de la muy polémica sentencia se tradujo en la recaudación récord por internet de 53 millones de dólares en sólo 24 horas.
El presidente 45 de Estados Unidos, un perseguido político dentro de la fracturada justicia en EEUU, fue declarado culpable de 34 cargos por supuesta falsificación de documentos contables para esconder un pago destinado a silenciar a la exactriz de cine pornográfico Stormy Daniels y así evitar un presunto escándalo en 2016.
La celeridad del proceso revela los verdaderos objetivos
«Vamos a apelar esta estafa… basándonos en diferentes elementos», afirmó el exmandatario, que aspira a volver a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
En una rueda de prensa, lanzó durante 35 minutos fuertes críticas al actual sistema judicial, controlado actualmente por la extrema izquierda pagada en sus campañas por el socialista George Soros, que en silencio se ha encargado personalmente de tratar de silenciar a Trump.
Trump empleó fuertes calificativos respecto a los socialistas en EEUU que intentan destruirlo y los denominó «enfermos» y «fascistas» como parte de un «Estado profundo» que busca coartarle la libertad.
Los grandes medios estaban desesperados por calificar a Trump como el expresidente convicto, enseguida comenzaron a llamarle así. Ese era uno de los objetivos: alimentar el descrédito, típico de la ideología socialista.
Los intentos de la extrema izquierda hasta ahora se han transformado en más respaldo popular al líder republicano. Decenas de millones de estadounidenses ven cómo el presidente 45 de Estados Unidos enfrenta el acoso y la guerra directa de sus adversarios políticos en un sistema democrático hasta ahora. Para muchos resulta inconcebible cuando se supone que la democracia en EEUU se desarrollaba sin degradarse, pero la realidad en los últimos 10 años ha demostrado lo opuesto.
Más que hacerle daño a Trump lo han transformado en el símbolo vivo de la defensa del honor, las libertades y los derechos individuales como parte de los valores conservadores en los que se fundó esta nación.
Campaña de Trump rompe récord de recaudación en sólo horas
La campaña de Trump rompió récords de recaudación apenas minutos después del muy cuestionado veredicto: 34,8 millones de dólares, casi el doble del día más grande registrado por la campaña del expresidente en la plataforma Winred.
La cifra total en 24 horas, tras la sentencia en Nueva York, fue de 53 millones de dólares.
Luego de hacer colapsar el sitio web para las donaciones, lo más significativo resultó que el 30% de los donantes fueron nuevos seguidores del expresidente.
«Joe Biden y los demócratas con su interferencia electoral, la caza política de brujas ha despertado el movimiento MAGA como nunca antes», declaró un portavoz de la campaña.
«Apenas minutos después de que se anunció el veredicto de prueba simulada, nuestro sistema de recaudación de fondos digitales estaba abrumado por el apoyo, y a pesar de los retrasos temporales en línea debido a la cantidad de tráfico, el presidente Trump recaudó en un día $52,9 millones de dólares de pequeños, pero «grandes donantes», puntualizó.
La demagogia en la Casa Blanca
En declaraciones posteriores Biden dijo que «el sistema de justicia debe ser respetado. No debemos permitir que nadie lo derrumbe», prosiguió. Y es eso precisamente lo que deben decirle a él, su hijo y su familia, bajo investigaciones por corrupción que silencia el sistema de justicia.
Los republicanos del Congreso en Washington se han visto obligados a emprender investigaciones a la familia Biden por alta corrupción, mientras que al Departamento de Justicia le es totalmente indiferente.
Lo mismo ocurrió con el escándalo de Bill Clinton y la Mónica Lewinsky dentro de la Casa Blanca, el sonado escándalo de Hillary Clintos y los más de 36.000 correos del gobierno eliminados de un servidor federal en su propia casa; las más de cinco denuncias de acoso sexual al exgobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, al parecer engavetadas para siempre, los negocios turbios de Hunter Biden con enemigos de Estados Unidos en Ucrania y China junto a su tío y bajo el conocimiento directo y posibles implicaciones del presidente Joe Biden, acusado además de almacenar y difundir -sin ninguna potestad legal- cientos de documentos clasificados y ultrasecretos de cuando era vicepresidente del gobierno de Barack Hussein Obama. Un fiscal especial desestimó presentarle cargos.
A Trump sí le impusieron cargos, sin tener en cuenta que un Presidente puede desclasificar informes secretos del gobierno y tenerlos bajo su poder, como le ampara la ley federal.
La hipócrita demagogia de la izquierda «nadie está por encima de la ley» debería aplicarse como debe ser verdaderamente. Al parecer , los de la izquierda y la extrema izquierda están todos exentos de la ley que hoy impera en Washington.
«Estados Unidos acaba de presenciar a un Donald Trump confundido, desesperado y derrotado divagar sobre sus propios agravios personales y mentir sobre el sistema de justicia estadounidense», dijo Michale Tyler, director de equipo de campaña cde Biden en un comunicado.
Los comentarios de Trump en Nueva York dejaron «a todos los que lo vieron con una conclusión obvia: este hombre no puede ser presidente de Estados Unidos», agregó Tyler.
Y es esto precisamente lo que buscaba el gobierno y la campaña de Joe Biden contra el candidato presidencial que no sólo lleva la delantera en todas las encuestas nacionales, sino que en los últimos dos meses ha incrementado su ventaja, y en especial en todos los estados clave por un margen de ventaja de hasta 12 puntos, cuando hace 6 meses atrás era de 4 y 6 puntos.
Trump y sus seguidores más firmes que antes
Trump, de forma muy lamentable en un proceso judicial «bien planificado» por la élite de izquierda en EEUU, lo han convertido en el primer expresidente de Estados Unidos condenado por un supuesto delito, que expertos jurídicos han criticado su real incongruencia mediante argumentos sólidos legales.
Sí Trump llega a la Casa Blanca, entonces sería doblemente condecorado por el pueblo estadounidense y no condenado, como ha impuesto la cúpula de izquierda con el visible control de la prensa y la justicia en estados gobernados bajo esta tendencia política.
Trump fue liberado sin fianza tras la audiencia y podría ser condenado a cuatro años a prisión, pero es más probable que reciba la libertad condicional por no tener antecedentes y porque la reacción del pueblo estadounidense sería insospechada.
El expresidente reiteró que continuará su campaña electoral y su camino a la presidencia como lo dice la Constitución de EEUU, incluso en el improbable caso de que vaya a la cárcel.
«Nada me detendrá en mi lucha por salvar a EEUU, por hacer un país Grande de Nuevo», dijo el viernes el expresidente ante medios de prensa. Estoy muy bien y cada día más convencido de lo que necesita el país», reiteró
El juez instructor Juan Merchán dictará la sentencia el 11 de julio, días antes de la Convención Nacional Republicana en la que Trump recibirá la nominación formal del Partido.
Robert F. Kennedy, candidato que se postula de forma independiente, afirmó que la condena de Trump será un «tiro por la culata» para los demócratas porque reforzará la popularidad y el liderazgo del expresidente.