BOGOTÁ.- El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez emitió declaraciones sobre la actual situación de seguridad en el país. Expresa su preocupación por el deterioro de esta y la necesidad urgente de tomar medidas efectivas para abordar los desafíos existentes.
El exmandatario y jefe del partido Centro Democrático, de oposición, hizo un balance sobre la situación de orden público en Colombia en los 22 meses del gobierno: «Se fue la seguridad. Difícil rescatarla», dijo en un video que publicó en su cuenta de la red social X.
Uribe señaló que la seguridad en Colombia experimentó una caída significativa. y destaca que el gobierno actual acumula 154 masacres, en comparación con las cifras registradas durante su mandato.
“En estos 22 meses se suman 333 líderes sociales asesinados, en el 2002, 1.649, en el 2010 434. La extorsión denunciada: en el 2002, fue de 2.080 casos, en el 2010, 1.352, el gobierno actual 18.395”, denunció el expresidente colombiano.
Destacó el aumento de la violencia y la extorsión, así como en el crecimiento del narcotráfico y la minería ilegal, lo que ha llevado a una situación de extorsión generalizada en todos los sectores de la sociedad colombiana.
Un problema social enorme
“No nos basemos en la extorsión denunciada, muchas personas prefieren cuando la seguridad no es eficaz, prefieren pagar que denunciar porque le da miedo a la retaliación. Hoy el país está extorsionado, la industria, el comercio, los pequeños medianos, los grandes, los callejeros, el campo colombiano, extorsionadas la tiendas”, afirmó Uribe.
Dijo Uribe que “vamos a encontrar un problema social enorme, que crecerá, mientras más se demore el país para resolver estas dificultades”. El expresidente resaltó la importancia de abordar estos problemas sociales urgentes, advirtiendo sobre las consecuencias devastadoras si no se toman medidas rápidas y efectivas.
Planteó dos posibles caminos de solución: una mano firme para restablecer el Estado de Derecho o la eliminación de las drogas sintéticas como alternativa al narcotráfico.
Uribe también se refirió a la debilidad y desconfianza en las Fuerzas Armadas, y a la necesidad de fortalecer las redes de informantes y los frentes locales de seguridad para combatir eficazmente el terrorismo sofisticado y armado del país.
En cuanto a su legado político, Uribe defendió su enfoque preferencial hacia la desmovilización y captura de criminales durante su mandato, subrayando su compromiso con la protección de líderes opositores y periodistas.
Reconoció los desafíos pasados y llamó a una reflexión profunda sobre las políticas implementadas anteriormente para abordar los problemas actuales.
El expresidente concluyó instando a los gobiernos futuros a actuar con principios sólidos y coraje para enfrentar exitosamente los desafíos presentes y futuros del país, enfatizando que es fundamental actuar con valentía más allá del discurso político.
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