La mano dura contra el crimen fue la promesa que llevó a Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil y es lo que mantiene alta su popularidad. Ahora exige que exista seguridad jurídica para los policías que matan a criminales y que no deban responder ante la justicia por matar.
El presidente llamó «hipócritas» a quienes se oponen a esa medida. Explicó que «no es un permiso para matar, sino el derecho de no morir. Un policía tiene que cumplir su misión y luego ir a casa a descansar, sin aguardar una noticia de un oficial de la Justicia», insistió Bolsonaro.
Los 111 que menciona es por la cifra de presos que murieron por manos de la policía durante un motín en la cárcel de Carandirú, al norte de Sao Paulo. Sucedió en octubre de 1992 y posteriormente la cárcel fue demolida.
Las muertes violentas en el país más grande de Sudamérica han llegado a su punto más bajo en la última década bajo la gestión de Bolsonaro, según el Instituto de Seguridad Pública.
El crimen disminuye en Brasil
En los primeros ocho meses de la gestión de Bolsonaro, bajó el índice de homicidios en más de un 22 %, mientras en ciudades como Río de Janeiro incrementó en un 16,2 % la cantidad de delincuentes abatidos por la policía.
Se presentaron 1249 casos de muertos en enfrentamientos con la policía entre enero y agosto del 2019, frente a 1075 casos en el mismo lapso del 2018.
El presidente celebró cómo en su primer año de gestión el crimen bajó, aunque la posesión de armas aumentó.
«El registro de armas de fuego creció un 50 % este año, teniendo en cuenta el mismo período de 2018. Según los «expertos», el número de muertes debería aumentar en Brasil, pero en la práctica bajó un 22 %. Dependo del Parlamento para ampliar el derecho de posesión de armas para más ciudadanos», declaró.
De la misma manera, ahora depende de la aprobación parlamentaria para otorgar a la policía seguridad jurídica cuando matan a un delincuente y la portación de armas por parte de la población civil también.
La oposición de las organizaciones de Derechos Humanos
Las organizaciones de derechos humanos locales se oponen a ambas medidas. Sostienen que los cuerpos de seguridad de Brasil están entre los más violentos del mundo.
Para alentar a sus seguidores, Bolsonaro les recordó que en febrero del 2021 serán renovadas las presidencias de las cámaras de Diputados y del Senado y en ese momento pretende insistir con el asunto.
«Vamos a volver a proponer la exclusión de ilicitud», dijo en su visita al mercado mayorista de Sao Paulo, considerado como el mayor centro de distribución de alimentos del país.
Nombraron diputada a policía que mató a un ladrón
El respaldo de la población hacia la policía que enfrenta a los criminales quedó evidenciada cuando fue elegida como diputada una policía que mató a un ladrón, cuando ella iba vestida de civil.
Estaba en plena zona escolar, con niños alrededor y el ladrón empuñó un arma. Entonces la policía sacó la suya y lo abatió.
Si bien no es del partido de gobierno, sino del Partido Republicano, la elección como diputada de la policía muestra cómo la sociedad brasilera hace honor a su bandera: orden y progreso.