viernes, noviembre 15, 2024
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Coronavirus: ¿estará preparada América Latina?

El brote de neumonía causado por el provisionalmente denominado «novelcoronavirus» (2019-nCoV) ha dejado, hasta ahora, más de 100 fallecidos y casi 5.000 infectados en China, especialmente en la ciudad de Wuhan, en la central provincia de Hubei, donde surgió.
Fuera del gigante asiático, se ha extendido ya a unos catorce países de cuatro continentes: Taiwán, Corea del Sur, Japón, Malasia, Nepal, Tailandia, Vietnam, Singapur, Sri Lanka, Australia, Francia, Alemania, Estados Unidos y Canadá. En América Latina, aún sin casos confirmados, se han reportado esta semana al menos cuatro sospechosos en Perú, uno en Ecuador, uno en Colombia y uno en Brasil.colombiano que llegó de Wuhan, China, está hospitalizado en la ciudad luego de presentar síntomas febriles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de que este coronavirus representa un «alto» riesgo mundial y pasó a denominar sospechosos los casos de pacientes que presenten síntomas y hayan viajado a cualquier ciudad de China y no solo a Wuhan.
«Virulenta» amenaza mundial
«Dentro de la familia de los coronavirus –con diferentes hospedadores y patologías- hay virus humanos que causan infecciones como resfriados comunes, sin mayor importancia médica», explica a DW Isabel Sola, codirectora del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), en España. Sin embargo, hay «un pequeño grupo de coronavirus humanos muy virulentos, que causan infecciones respiratorias muy graves y pueden causar la muerte”, precisa Sola.
Entre estos últimos se ubica el coronavirus de Wuhan. Su información genética es tan similar a la del que causó el síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV), aparecido también China en 2002, que se consideran miembros de la misma especie, señala la experta. Ambos guardan similitudes con otro virulento coronavirus: el causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), aparecido en Arabia Saudí en 2012.
En su momento, el SARS causó una epidemia que infectó a 8.000 personas y causó la muerte de 800, con una mortalidad del 10 por ciento. Por ahora, cifras provisionales ubican la mortalidad de este nuevo coronavirus en torno al 4 por ciento. Pero la diferencia entre las patologías que causan ambos virus y, por tanto, en el modo de tratarlos no está aún clara, advierte Sola.
Diagnóstico «de rutina”
De momento, en cualquier rincón del planeta, lo determinante es la prevención del contagio, mediante la identificación y el aislamiento de las personas infectadas. Al aislamiento se suma el estudio epidemiológico: la identificación y análisis clínico de las personas en contacto con los infectados.
En esta ocasión hay protocolos de diagnóstico, elaborados por expertos internacionales que han estado implicados en distintas epidemias de coronavirus. «Precisamente porque ya había experiencia, se han puesto en funcionamiento con rapidez”, destaca Sola.
Toda la información sobre qué muestras hay que tomar del paciente, cómo conservarlas, procesarlas y analizarlas, qué tecnología de biología molecular emplear para hacerlo, ha sido distribuida por la OMS.
«Son tecnologías de rutina en cualquier laboratorio de diagnóstico de bacterias o de virus», aclara la codirectora del laboratorio de coronavirus español, confrontada con la preocupación de muchos latinoamericanos, en redes sociales, sobre si sus países serán capaces de prevenir la expansión del coronavirus.

 Coronavirus: científicos buscan una vacuna

Mientras se desarrolla una vacuna, científicos chinos elaboraron una lista de fármacos ya existentes para el posible tratamiento de la neumonía de Wuhan. Entre ellos, se hallan algunos utilizados contra el VIH/Sida y hasta uno contra la esquizofrenia. Además, se enviaron a Wuhan equipos de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), luego de que uno de estos «pulmones artificiales» contribuyera a curar a uno de los infectados más graves.
Sospechas de contagio en América Latina
Entre los casos que se estudian como sospechosos en Perú, se hallan tres empleados chinos de la empresa China Communications Construction Company (CCCC) y su traductora peruana. «Presentan infección respiratoria leve. Tenemos que destacar que no tienen un cuadro clínico de infección grave como es lo que se presenta en los casos de coronavirus», indicó la ministra de Salud de Perú, Elizabeth Hinostroza. Su cartera se había declarado, días antes, lista para diagnosticar el coronavirus.
En Ecuador, se trata de un ciudadano chino, de 49 años, que llegó al país procedente de Hong Kong. En Colombia, de un estudiante de 24 años, que retornó a Cali desde Wuhan. En Brasil, de una joven de 22 años que viajó a Wuhan y regresó a Minas Gerais con posibles síntomas. Las autoridades sanitarias de todos estos países se han declarado en condiciones de manejar la situación y aseguran que realizan los estudios pertinentes.
El Gobierno de México, por su parte, repatrió a un nacional que pidió apoyo para salir de Wuhan. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, se mostró convencido de que el virus llegará al país, donde ya se han descartado siete casos sospechosos, «porque no existe ningún mecanismo por el que se pueda contener de forma absoluta esta epidemia», aunque aclaró que su país está preparado.
Autoridades de otros países de la región como Argentina, Chile, Cuba, México, Paraguay y República Dominicana informaron que han reforzado la vigilancia epidemiológica. Chile ha descartado tres casos sometidos a estudios clínicos. Y Dominicana, como ya hizo México, gestiona el regreso de 8 estudiantes desde China.
Repatriación de extranjeros de Wuhan
También en Europa se informa de la inminente repatriación de unos 350 ciudadanos de la Unión Europea en dos aviones. Los repatriados europeos, como el mexicano, estarían sanos o sin síntomas, según la Comisión Europea. ¿Un riesgo?
«Los expertos de cada Estado habrán hecho una valoración del riesgo y tendrán previsto hacerle frente con medidas adecuadas, que posiblemente incluirán aislamiento y vigilancia», presume la experta española consultada por DW. Como sea, asegura, «este es un riesgo controlado, porque son un número limitado de personas perfectamente localizadas y bajo control. Es mucho más difícil de controlar el riesgo potencial de personas anónimas».
Fuente: Dw

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