El 24 de febrero de 2022, fecha de la invasión rusa a Ucrania, se ha convertido también en el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre Cuba y Vladimir Putin. Así lo muestra el informe Cuba, aliado preferente de Putin elaborado por la Asociación Española Cuba en Transición y el Center for a Free Cuba.
El informe recoge múltiples evidencias de cómo la invasión de Ucrania contribuye a fortalecer la alianza entre Rusia y Cuba y situar al régimen comunista como un aliado preferente de Putin.
Por un lado, las relaciones bilaterales se demuestran en una activa agenda pública de encuentros públicos entre los dirigentes de ambos países para mostrar el apoyo de Cuba a la invasión. Desde febrero de 2022 ha habido al menos una quincena.
El régimen de Cuba también muestra apoyo constante a los objetivos políticos y diplomáticos de Putin. Moscú ha respondido con el mismo apoyo. Así, por ejemplo, en Naciones Unidas Cuba es uno de los principales defensores de las posiciones rusas.
La Habana también opera como un apoyo constante de la propaganda del Kremlin, defendiendo interna e internacionalmente la versión de Moscú. El régimen ha articulado una densa red de medios de comunicación oficiales que retrasmiten noticias de la televisión rusa.
El fortalecimiento de las relaciones económicas es evidente. Cuba padece una gravísima crisis económica, energética y de alimentos, y Moscú ha permitido revisar los planes de devolución de deuda. También la
cooperación militar se refuerza. Realizan ejercicios militares conjuntos, formación militar y firman convenios de cooperación entre los países en materia de Defensa. Lo más grave es que hay soldados cubanos luchando junto a Rusia en el frente ucraniano. De ellos, al menos 17 han muerto.
Mientras tanto, Europa aprobó en marzo una ayuda militar de 5.000 millones de euros para Ucrania que se suma a los 6.100 millones de euros entregados desde 2022. A la vez, la UE financia al régimen cubano por importe de más de 155 millones de euros en 80 proyectos de cooperación.
España, por ejemplo, firmó con Cuba un acuerdo de reestructuración de la deuda por casi 1.500 millones de euros. Con Pedro Sánchez se ha aplazado sine die el cobro de la deuda. Unas decisiones que muestran la política de acercamiento al régimen con una expectativa de cambios en la Isla. Sin embargo, los avances en derechos humanos no se han producido. Más de 1.000 presos de conciencia permanecen en las cárceles cubanas. El informe concluye que la Unión Europea debe suspender el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba hasta garantizar que el régimen cubano deje de ser una amenaza.