En un largo discurso de asunción, Ortega pidió a Washington que frene sus sanciones contra Cuba y Venezuela, y arremetió contra el presidente Joe Biden al asegurar que “tiene más de 700 presos políticos”, refiriéndose así a seguidores del exmandatario Donald Trump que asaltaron la sede del Capitolio hace un año.
En su campaña electoral de 2021, el régimen de Ortega —que está en el poder desde enero de 2007— detuvo a más de 40 líderes opositores, activistas y profesionales, incluidos siete aspirantes a la presidencia que buscaban competir contra Ortega. Todos siguen presos junto a otros 120 “presos políticos”, de acuerdo con estadísticas de la oposición.
Washington ha sancionado a decenas de funcionarios nicaragüenses, allegados y familiares de Ortega desde 2017, cuando era presidente Donald Trump. Entre las sanciones hay bloqueo de bienes e intereses en Estados Unidos y el retiro de visas. Además, le han suspendido visas a más de un centenar de jueces, fiscales, alcaldes y funcionarios policiales y penitenciarios, y a sus familias.
Mendrala dijo que seguirá esa política de sanciones junto a la comunidad internacional mientras no haya señales de cambio en Nicaragua. No ofreció detalles, sin embargo, sobre qué medidas podrían anunciar próximamente.
La funcionaria dijo que las elecciones de noviembre en Nicaragua fueron un “simulacro electoral que no resultó libre ni justo, y claramente tampoco democrático”. Explicó que como país miembro de la Organización de Estados Americanos, Nicaragua firmó hace 20 años la Carta Democrática Interamericana y tiene “la obligación y el compromiso” de promover y defender ese derecho».
Sin embargo, consideró, “no lo ha honrado”, al realizar unas elecciones “sin ninguna credibilidad, silenciar y detener a opositores” y “realizar acciones para instaurar una dinastía familiar autoritaria que no rinde cuentas al pueblo nicaragüense”. El primer paso que debería dar el régimen de Ortega para demostrar su interés en retomar el camino democrático, indicó, es la liberación de “presos políticos”.
A pesar de condenar a la dictadura nicaragüense, por ahora Estados Unidos no contempla romper relaciones con Ortega ni cerrar la embajada de Managua, dijo Mendrala.
Fuente: Diario las Américas