Para aclarar, ya que los sectores de izquierda viven sacando las cosas de contexto en Argentina, el “les va a salir muy caro” del título no hace referencia a ninguna amenaza, sino a una advertencia. Incluso, en pos de sus propios intereses. Les va a salir muy caro en términos electorales seguir apelando a la locura y la mentira para descalificar a un gobierno, que como muestran muchas encuestas, sigue con el respaldo de la mayor parte del electorado. La disociación de la realidad, que se llevó hasta las últimas consecuencias durante los días previos del balotaje, no le ha servido para nada a la corporación política, que lo único que pretende es mantener sus privilegios. Sin embargo, parece que no encuentran otra estrategia a la hora de posicionarse contra el fenómeno Javier Milei.
A tres días del aniversario del último golpe militar, situación que aprovecharán el kirchnerismo y la izquierda para insistir con su visión sesgada de la historia, la agrupación H.I.J.O.S. emitió un comunicado donde denuncian un hecho de violencia, cuya lectura remite a una situación sin duda aberrante. Aseguran que una integrante de la organización fue abordada violentamente en su domicilio por dos hombres que ingresaron a su departamento luego de forzar la puerta. “Ella fue atada, golpeada y abusada sexualmente”, denuncia el parte de prensa.
Según el comunicado, el ataque tuvo que ver con cuestiones políticas, ya que los agresores le habrían pedido que “cierre la boca”, además de sustraerle una carpeta con material de la organización. Antes de irse, estas dos personas habrían escrito en la pared “VLLC”, haciendo referencia a la frase de cabecera de Milei y sus partidarios, “Viva la libertad carajo”.
Desde la agrupación afín al kirchnerismo, que ha fomentado violentos escraches en el pasado, se señala que existe un “correlato” entre el suceso denunciado y los “discursos de odio” que emanan desde el gobierno. Varios partidarios de estas organizaciones no han tenido reparo en asegurar en las redes sociales que estos agresores formarían parte de nuevos “grupos de tareas” análogos a los que operaban durante la década del setenta.
¿A alguien se le puede ocurrir semejante estupidez?
Dejemos una cosa clara. Nadie, al menos sin una investigación judicial detrás, puede negar categóricamente que algo haya sucedido, más allá de la impresión que pueda tener cada uno, sobre todo teniendo en cuenta los protagonistas de la historia. Pero de ahí a creer que existen grupos de tareas del gobierno, o partidarios del mismo, como una especie de AAA “libertaria”, que andan ingresando a la casa de opositoras para violentarlas, abusarlas y escribirles “Viva la libertad carajo” en la pared, hay un largo trecho.
La abogada de la víctima (de la que se desconoce su nombre) aseguró que realizaron la denuncia. Sin embargo, como el supuesto ataque sexual no incluyó penetración ni acceso carnal (no dio detalles al respecto), las pericias no incluyen los análisis vinculados a las violaciones.
Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura de la inundada provincia de Buenos Aires, por lo pronto, ya comienza a decir que la investigación judicial puede no ser tan relevante y urgente como la cuestión política: “Esto va más allá de las respuestas inmediatas que debe dar la Justicia. Se requiere un mensaje y una política contundente del Gobierno Nacional para garantizar que cualquier ciudadano que se organice y participe en función de ideales democráticos tenga plena protección de sus derechos”. Es decir, le achaca al gobierno que en Argentina no están dadas las garantías para la manifestación política y democrática, lo que es una vil mentira.
Por su parte, la diputada de izquierda Myriam Bregman dijo que como los atacantes se identificaron con el gobierno argentino, el espacio de Javier Milei tiene mayor responsabilidad y urgencia a la hora de aclarar los hechos. ¿Qué es lo que tienen que aclarar? Que no están mandando a civiles a violentar casas y a escribir “VLLC” en las paredes? ¿Eso quieren?
De haber existido el hecho (aunque muchas personas aseguran que se trata de una completa mentira), ¿no sería válido también contemplar la posibilidad de lo que se conoce como una “operación de falsa bandera”? Es decir, de un grupo que realiza un ataque identificándose con otro al que desea perjudicar. Dicho sea de paso, algo común en los setenta, donde estas organizaciones han quedado atrapadas mentalmente.
Más allá de la opinión de cada uno, aquí hay una certeza: la “denuncia” la está utilizando la izquierda argentina para convocar a la marcha del 24 de marzo, que en lugar de recordar la historia se trata de un acto político opositor. Hasta Bregman, luego de solidarizarse con la víctima, pide asistir a la marcha, como si se tratara de la misma cosa.
En lo personal, yo no tengo idea que pudo haber pasado y deseo, como todos (quiero creer) el rápido esclarecimiento. Pero, las únicas dos certezas que tengo es que estas organizaciones suelen apelar a la mentira (no estoy diciendo que este necesariamente sea el caso) y que, definitivamente, no existe ningún grupo de tareas perteneciente o afín al gobierno, que anda haciendo estas cosas por las calles. Pero sí, definitivamente, estamos ante una mentira: la de asociar al gobierno con la violencia política y los ataques a las mujeres. Dos falacias que la izquierda y el kirchnerismo intentan hacer carne en la sociedad, lógicamente sin ningún éxito.
Por estas horas, militantes del kirchnerismo ya están asegurando que la militante de H.I.J.O.S fue atacada “por gente de La Libertad Avanza” en su casa. Una aventurada aseveración sin pruebas que parece tener claramente una intención política.