CIUDAD DE PANAMÁ — Un juez panameño resolvió mantener en prisión preventiva a 45 migrantes, en su mayoría venezolanos que cruzaron la peligrosa jungla del Darién en su intento de llegar a Estados Unidos, después de ser acusados de vandalizar un albergue temporal que opera en esa provincia fronteriza con Colombia.
El Órgano Judicial, autoridad responsable de los tribunales de justicia, informó el martes en un comunicado que los extranjeros —38 venezolanos, seis colombianos y un ecuatoriano— fueron imputados por los presuntos delitos contra la seguridad colectiva y el patrimonio económico.
La acusación sobreviene a los incidentes violentos registrados la madrugada del sábado en la estación de recepción temporal migratoria de San Vicente, considerados los más graves reportados en albergues de esa provincia selvática en los últimos años.
De acuerdo con las autoridades, una riña entre dos mujeres migrantes por una carpa derivó en los disturbios, en los que grupos de extranjeros atacaron a unidades de la policía fronteriza, incendiaron casetas modulares con equipos tecnológicos de funcionarios migratorios y dañaron varios vehículos particulares y del Estado, ocasionando pérdidas estimadas en más de un millón de dólares.
Al menos una agente policial resultó herida al ser impactada por una piedra, según el reporte oficial.
“Tras escuchar los argumentos de las partes intervinientes, el juez consideró que la medida cautelar era la más cónsona, idónea y proporcional con el hecho grave, aunado a los riesgos de fuga y por la naturaleza del caso”, indicó el Órgano Judicial.
El ministro de Seguridad panameño, Juan Pino, advirtió la víspera en rueda de prensa que los migrantes que resulten culpables por esos hechos tendrán que cumplir las medidas en prisiones de Panamá y los que no, serían de todas maneras deportados a sus países.
El paso del Darién registró el año pasado una cifra récord en el flujo irregular de migrantes, con más de medio millón de cruces, en su mayoría de venezolanos.