A escasas semanas de las elecciones presidenciales en Venezuela, el escenario se presenta lleno de esperanza y al mismo tiempo de incertidumbre. Por un lado, la población se muestra entusiasmada con el firme propósito de votar por el cambio que tanto anhelan, motivados por la líder de la oposición María Corina Machado y el candidato de la Plataforma Unitaria, Edmundo González. Sin embargo, existe la amenaza del régimen de Nicolás Maduro, que busca evitar su salida del poder.
Expresidentes de Iberoamérica, integrantes del Grupo IDEA y personalidades de la política y la educación, se expresaron sobre este panorama que vive la nación latinoamericana, el criterio común es que el triunfo estará del lado de la democracia.
José María Aznar, expresidente del Gobierno de España
Las autocracias que toleran elecciones no consienten sorpresas. El 28 de julio Venezuela afronta un sucedáneo electoral orientado por la dictadura para renovar el mandato de Maduro. Partidos de oposición intervenidos, líderes inhabilitados, instituciones controladas, acentuación de la violencia represora… todo augura un resultado descontado de antemano.
El acoso a María Corina Machado y la presión sobre su entorno ha sido el último episodio infamante que salpica a un régimen hundido en el desprestigio.
El futuro en libertad que merecen los venezolanos exige que la comunidad internacional levante su voz en demanda de una transición verdaderamente democrática, unas elecciones auténticamente libres y la clausura de una etapa histórica que ha conducido a Venezuela a la miseria y a millones de sus hijos al exilio. Unir mi voz a ese coro es, para mí, un deber.
Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica
Las elecciones en Venezuela son a la vez una esperanza y una amenaza. Esperanza porque nunca se había visto a alguien, como María Corina Machado y el candidato de la oposición democrática Edmundo González, encender ese sentimiento entre la población de todos los puntos del país.
Los y las venezolanas de todas las edades acuden a las convocatorias por ellos realizan, venciendo todos los obstáculos, incluyendo las amenazas del régimen, motivados por el mensaje de aliento y futuro que llevan María Corina y Edmundo; ellos se han convertido en el símbolo de la liberación de Venezuela.
Pero a la vez, dicho proceso constituye la amenaza a que, una vez más, se irrespete la voluntad popular y se imponga por la fuerza y el fraude un resultado que devastaría a la gente de Venezuela, anulando toda esperanza de bienestar y libertad.
Confío en que el destino lo termine escribiendo la esperanza y no la amenaza.
Miguel Ángel Rodríguez, expresidente de Costa Rica
Veo las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio con ilusión, esperanza y admiración en una mano y angustia y preocupación en la otra.
Ilusión por la posibilidad de que los venezolanos recuperen su democracia y su estado de derecho construidos con tanto esfuerzo y éxito en la segunda mitad del siglo XX.
Esperanza porque ello significa volver a poder vivir en su patria para 8 millones de refugiados en el extranjero, y libertad, posibilidad de salir de la pobreza y de progresar para todos los venezolanos, excepto la “nomenclatura” privilegiada del chavismo.
Admiración profunda porque es un verdadero milagro el que ha podido construir María Corina Machado con la intensa, espiritual y profunda relación con su pueblo, que ha devuelto la ilusión y la esperanza.
Pero con angustia y preocupación por las constantes violaciones al proceso electoral libre que ha venido infringiendo el régimen arbitrario de Maduro. ¿Hasta dónde será capaz de llegar?
Jorge Tuto Quiroga, expresidente de Bolivia
Elecciones 28J en Venezuela son trascendentales por tres razones, fundamentales:
Evitar que Venezuela siga siendo un santuario de remanentes de ELN, FARC, Hamás y Hezbolá; evitar que siga ocupadas por Cuba, Rusia e Irán.
Lograr que Venezuela vuelva a exportar energía, y no refugiados y cocaína como sucede hoy con tiranía.
Recuperar la democracia en la tierra del Libertador, para que la Carta Democrática Interamericana valga en toda la región: Hoy Venezuela, mañana Bolivia, después en Nicaragua y Cuba también.
Estos tres logros solo son posibles con el triunfo de Machado, la presidencia de Edmundo y cambiar la tiranía.
El pueblo de Venezuela está demostrando en las calles, despertado por María Corina, que está listo para cantar, a viva voz, su himno al mundo con Edmundo: Gloria al Bravo Pueblo, que el 28 de Julio el yugo lanzará.
Iván Duque, expresidente de Colombia
Las elecciones de Venezuela son un reto enorme para América Latina particularmente porque solamente hay dos opciones: o el triunfo de la resistencia democrática unificada y con unas mayorías en las calles que son apabullantes, o el robo de las elecciones.
No hay ninguna posibilidad de que, con el apoyo del pueblo, Nicolás Maduro pueda mantenerse en el poder, por lo tanto, la comunidad internacional tiene que estar lista y presta a rodear a la resistencia democrática para garantizar la mejor supervisión posible del proceso y evitar un robo y garantizar que tras su victoria se pueda dar un paso legítimo hacia una estructura de democracia y de libertad.
Si la dictadura persiste en robarse las elecciones, como lo ha intentado a través de todos los medios inhabilitando candidatos, limitando la capacidad de hacer campaña y sobre todo, tratando de intimidar a quienes pertenecen a los círculos cercanos de la resistencia democrática, la comunidad internacional tiene que estar lista para enfrentar con sanciones y con presión para que se pueda proteger y garantizar el veredicto expresado por la ciudadanía, que queda claro, está al lado de quienes quieren restablecer el orden constitucional.
Vicente Fox, expresidente de México
Estamos a punto de presenciar la elección más crucial en Venezuela en los últimos tiempos. Todos somos conscientes de lo que está en juego y de que se van a definir dos caminos.
Esta próxima elección nos llena de esperanza, ya que vemos a María Corina Machado como una figura clave en la liberación de Venezuela y cercana a lograr su objetivo. Sin embargo, las garras de los dictadores siguen activas.
María Corina ha tenido que recurrir a una alternativa que, si bien no es la ideal, le permita llevar a cabo su campaña y convencer a millones de venezolanos para que decidan cambiar el futuro de su país, a pesar del poder y la fuerza bruta que sostiene Maduro junto con el ejército y sus aliados violentos contra el pueblo venezolano. Muchos ciudadanos perdieron su libertad, encarcelados y torturados por estos dictadores impunes.
Parece que se avecina una batalla feroz, quizás la más intensa hasta ahora, pero si María Corina, la liberadora, sigue presente, el milagro puede ocurrir. Hago un llamado ferviente a todo el pueblo venezolano para que no pierda la esperanza ni las ganas de luchar; esta es una oportunidad crucial.
Lucio Gutiérrez, expresidente de Ecuador
Tengo muchas dudas sobre la transparencia electoral, Nicolás Maduro tiene el control del Tribunal Electoral y eso no garantiza que se respete la decisión de cambio de la mayoría del pueblo venezolano, además por orden de Maduro se inhabilitó a María Corina su adversaria con mayor popularidad.
La Comunidad Internacional debe estar muy atenta para evitar fraude electoral y por el contrario se respete la decisión electoral del pueblo venezolano.
Asdrúbal Aguiar, secretario general del Grupo IDEA
Las elecciones del 28 de julio, como cabe tenerlo muy presente, se realizarán – si es que ocurren – bajo el imperio de un despotismo que ha legalizado la ilegalidad en Venezuela. Representan para el pueblo un desafío mayúsculo; pero que será mayor para el régimen de Maduro, pues a él y a los suyos ya no les surte efecto el discurso divisionista ni amenazador, ante un pueblo que vejado y humillado hasta el extremo perdió el miedo.
El dictador está sólo. Si se roba las elecciones, no es sólo que mostrará ante el mundo que no tiene otra manera de conjugar que no sea a través de la violencia y de otro golpe más a la soberanía popular. Pero lo haría esta vez atizando a los demonios que podrán volverse contra él: a una organización militar secuestrada y cuya tropa, de extracción popular, encargada de cuidar el proceso, sabrá y podrá confirmar que sus opresores ya perdieron el poder.
Entre tanto, bajo el liderazgo afectivo de María Corina estará un pueblo que ha renacido con una fuerza telúrica nunca conocida en el país. Venezuela ya vive su transición hacia la libertad, que ha digerido por capítulos, victoria tras victoria, ganándole cada día espacios a la maldad y asegurándose con el optimismo de la voluntad.
Nelson Chitty La Roche, profesor de Derecho de la Universidad Central de Venezuela (UCV)
El 28 de julio próximo Venezuela encarará un duelo entre el pasado gravoso y el futuro que la reta para seguir siendo una república. El ciudadano saldrá a votar y lo hará por el cambio. Empero, será como un parto difícil, del que dependeremos. ¡Si Maduro sigue, Venezuela se muere!
Antonio Ledezma, exalcalde metropolitano de Caracas
El próximo 28 de julio será un día glorioso para los venezolanos. ¡La victoria es irreversible!, valga el término que también se le devuelve a Maduro como un boomerang. Porque todo le ha salido al revés al régimen en su despropósito de mantenerse en el poder: Inhabilitaron a María Corina pensando que ella llamaría a la abstención, pero hizo todo lo contrario, ahora hay más unidad y compartimos la estrategia de luchar por la vía electoral. Le impidieron viajar en aviones comerciales y la obligaron a utilizar carreteras, pues bien, eso le ha permitido a María Corina visitar los pueblos de la Venezuela profunda en donde se escucha el clamor del cambio definitivo. Estamos prevenidos para enfrentar y desmontar el fraude que Maduro pretende ejecutar, saldrán mal parados porque tenemos los testigos preparados para hacer valer el triunfo.
Juan Guaidó, expresidente interino
En Venezuela se presenta una nueva oportunidad de cambio construida por el aporte y resistencia de los venezolanos que durante más de dos décadas han dirigido sus esfuerzos a rescatar la democracia. Esta posibilidad está representada por el evento del 28 de julio, que pese a todas las irregularidades que lo rodean, puede ser visto como una oportunidad de transición, movilización y desafío al régimen autoritario de Nicolás Maduro, utilizando el concepto de «elección transformadora» o «stunning election» en un contexto donde la legitimidad electoral del régimen no existe.
El régimen de Nicolás Maduro ha implementado constantes trampas para atentar contra el ejercicio electoral, incluyendo el bloqueo de observación internacional, el cambio de nombres y ubicación de centros electorales, la manipulación del registro electoral en cuanto a inscripciones y ubicación de los votantes
Asdrúbal Oliveros, economista director de Ecoanalítica
El verdadero riesgo para Venezuela radica en lo que suceda en las elecciones programadas para el próximo 28 de julio.
La necesidad imperante de un crecimiento sostenido a tasas elevadas para sacar al país de su situación actual, pero esto solo será posible si se logran condiciones favorables luego de los comicios.
En un escenario donde no se reconoce la elección, continúan las sanciones internacionales, es difícil atraer inversiones al sector petrolero y no se puede negociar con organismos multilaterales, ni reestructurar la deuda externa.
Si surge un gobierno reconocido capaz de acudir a los multilaterales, iniciar la reestructuración de la deuda y atraer inversiones al sector petrolero, el futuro económico del país podría ser diferente. El nivel de crecimiento dependerá en gran medida del resultado electoral, ya que un gobierno de oposición podría ser más receptivo a las condiciones de mercado en comparación con un gobierno continuista.
“Lo elevado que pueda ser el crecimiento también va a depender del resultado. Un gobierno de oposición podría ser más abierto a condiciones de mercado mientras que un gobierno de Maduro, también reconocido, probablemente va a ir más lento; pero en los dos casos el escenario es totalmente diferente al del no reconocimiento”.
Leonardo Padrón, escritor, dramaturgo y guionista
Si algo ha caracterizado esta campaña electoral, entre tantos aspectos inéditos, poderosos y llamativos, es que María Corina Machado le ha impuesto su agenda al régimen. Siguen sus pasos por todo el país, buscando remedar lo imposible, y el resultado es patético.
Los mismos que encarcelan a periodistas, alcaldes y activistas políticos; los mismos que trancan vías, cierran negocios y decomisan motos a gente que muestra su apoyo a María Corina Machado, son los mismos que tienen las santas de pedirle a la oposición que firme un acuerdo de reconocimiento de los resultados electorales. Los mismos que no son capaces de reconocer los derechos políticos del país inmenso que los adversa. Ya cinismo es una palabra tibia.