En enero de 2022 el recientemente estrenado gobierno de Xiomara Castro en Honduras aseguraba que las relaciones diplomáticas con China no eran una prioridad. Su canciller, Eduardo Enrique Reina, insistía con que Taiwán era un «socio importante» debido a que con la isla mantenían tratados económicos, educativos y militares que contenían becas para jóvenes hondureños e inversión en la agricultura, entre otros.
Todo quedó atrás, la misma cartera de Eduardo Enrique Reina emitió un comunicado este 25 de marzo para anunciar que decidió romper relaciones y así, reconocer «la existencia de una sola China en el mundo». Como resultado, el «socialismo democrático» que abandera la esposa del expresidente Manuel Zelaya blanquea sus alianzas con el régimen chino de Xi Jinping. Adicional a eso, se reduce el número de países que reconocen la independencia de Taiwán, algo conveniente para el Partido Comunista de China (PCCh) que busca la reunificación.
Desde Pekín consideran a Taiwán una «provincia rebelde» y el dictador chino ha dejado claro en sus discursos que tomará el control de dicha nación inclusive a la fuerza, a pesar de su independencia. Al mismo tiempo ha advertido a Estados Unidos no interferir en sus planes. Además, el gobierno de Castro anuncia su decisión en el marco de la Cumbre Iberoamericana donde se reunió con sus pares socialistas de la región, quienes tienen simpatías de sobra por el PCCh.
Las «ilusiones» de Xiomara Castro
Honduras y Taiwán mantenían relaciones diplomáticas desde el año 1941, pero contrario a una ruptura de carácter sorpresivo, Xiomara Castro ya había adelantado días antes sus intenciones de tender puentes con la República Popular China (como se le conoce oficialmente al país que dirige Xi Jinping).
Desde Taipéi ven la decisión con molestia. El ministro de Exteriores, Joseph Wu, dijo que el país que representa «no sucumbirá a la presión y coerción del gobierno autoritario chino, sino que defenderá los valores de la libertad y la democracia». No solo eso, mencionó lo que sería un chantaje de parte de la mandataria socialista para no hacer el anuncio. El diplomático relató que esta pidió el pasado 13 de marzo «un total de 2000 millones de dólares para reestructurar su deuda externa, 350 millones de dólares para una represa y otros 90 millones para construir un hospital», replicó la agencia EFE.
Para Wu, Castro se hace «ilusiones» con promesas financieras del régimen chino, el cual ciertamente, durante años ha puesto en práctica la diplomacia de trampa de la deuda para atrapar países en desarrollo ofreciéndoles enormes créditos. Al final estos no pueden pagarlos y el comunismo chino termina cobrando al inmiscuirse en decisiones políticas y económicas de las naciones que aceptaron los préstamos. Honduras parece ir por el mismo camino.
Ahora, sin puentes diplomáticos entre Honduras y Taiwán, solo 13 países en todo el mundo reconocen a la isla como país independiente. Nicaragua, otro país centroamericano y gobernado por el dictador Daniel Ortega ya había hecho lo mismo que Castro hace dos años. Washington criticó entonces la decisión.