El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscará regresar a la Casa Blanca en las elecciones del mes de noviembre. La posibilidad de ese nuevo mandato —que a día de hoy auguran la mayoría de los sondeos— asusta a los medios de comunicación, que este fin de semana han vuelto a recurrir a la manipulación asegurando que durante un mitin en Ohio afirmó que habrá un «bloodbath» (baño de sangre) si pierde las elecciones.
«Si no salgo elegido, será un ‘baño de sangre’», dijo Trump en su primer acto tras su proclamación matemática como candidato republicano. La clave es la palabra «bloodbath» y el contexto (estaba hablando de la industria del automóvil). Ahí «bloodbath» equivale a «desastre», pues es un término muy utilizado en la prensa económica. No lanzó, por tanto, la amenaza que medios como El País han publicado.
Trump que logró cotas de prosperidad económica y creación de empleo desconocidas en 50 años en Estados Unidos durante su mandato (pese a la pandemia) y consiguió grandes e históricos acuerdos para la paz en Oriente Medio (fue el primero desde Jimmy Carter, 1977-1981, que no inició ninguna guerra en sus primeros cuatro años), ha reiterado que las elecciones del 5 de noviembre son las más importantes de la historia del país.
El expresidente ha declarado que su partido está «unido y fuerte» para hacer frente al demócrata Joe Biden, que ha convierto a EEUU en «una nación del Tercer Mundo». «Estamos compitiendo con el presidente peor, más incompetente, corrupto y destructivo de la historia de Estados Unidos», manifestó recientemente en la red Truth Social.