Marcelo Duclos,
La debacle kirchnerista, que se manifestó abiertamente con el triunfo de Javier Milei, ya se venía “cocinando” desde antes. Con la victoria de la selección argentina en el último mundial de fútbol, los comunicadores del entonces oficialismo peronista no pudieron evitar dejar en evidencia su desconexión total con el sentir de una nueva mayoría. Por aquel entonces, el equipo de Lionel Messi decidió no ser parte de la incipiente campaña de Sergio Massa y esquivaron al exministro de Economía y al expresidente Alberto Fernández, en el retorno triunfal con la Copa del Mundo.
El gobierno anterior hasta les había preparado unas medallas plateadas, firmadas por Fernández y Massa, que nunca colgaron de los cuellos de los campeones del mundo. Nunca se supo el destino final de aquellas burdas “condecoraciones” que el kirchnerismo mandó a fabricar.
Ante la imposibilidad de usar políticamente el triunfo deportivo, el kirchnerismo arremetió duramente contra los argentinos más populares del momento. En una pésima estrategia comunicacional, varios referentes K cuestionaron a los jugadores por no expresarse políticamente en favor de lo que ellos consideraban “el gobierno del pueblo”. Algunos los trataron de “pocos comprometidos”, otros directamente de “desclazados”.
Pero cuando aquel error comunicacional, producto de la desesperación total, iba quedando en el olvido, varios referentes kirchneristas en las redes sociales volvieron a caer en la tentación de repetir el desastre.
Kylian Mbappé, estrella de la selección francesa y subcampeona mundial, decidió expresarse políticamente, en vísperas de las elecciones de su país. El futbolista expresó su simpatía por el oficialismo centrista de Emmanuel Macron, al afirmar que no simpatiza con “los extremos”. Cabe recordar que la fuerza gobernante está tercera en las encuestas, luego de la derecha y la izquierda.
Las declaraciones del jugador parecen haber generado una suerte de “envidia” en la platea kirchnerista, que esperaba alguna señal en respaldo del kirchnerismo, que nunca llegó por parte del capitán argentino. El buen momento del gobierno de Javier Milei y el complicado presente K hizo que más de un simpatizante cristinista se vuelque al teclado con expresiones que no pasaron desapercibida en el público libertario. Más de uno salió a reconocer el “compromiso de Mbappé”, que contrastaron con la supuesta apatía política de Messi. Aunque cueste creer, hasta se leyeron algunos comentarios que afirmaban que Francia merecía haber ganado la final de Catar.
Ni lentos ni perezosos, los libertarios utilizaron los polémicos posteos para posicionar como tendencia “Los kukas odian a Messi“. Como era de esperar, las capturas de las imágenes con los comentarios de los kirchneristas (muchos de ellos fueron borrados luego por sus autores) viralizaron rápidamente.
Definitivamente, no es un buen momento para el kirchnerismo y su público, que siguen “a contramano”.