Atrapados entre los cambios en la política de inmigración introducidos por dos administraciones muy diferentes, un número récord de cubanos está luchando contra la deportación mientras intentan obtener asilo en Estados Unidos.
La administración de Donald Trump abrió procesos de deportación contra 25,044 cubanos el año fiscal 2019, en su mayoría solicitantes de asilo en la frontera estadounidense con México, según información de los tribunales de inmigración obtenida por el Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse.
Cerca de 20,000 de esos casos siguen pendientes.
Los números reflejan un aumento considerable de la emigración de cubanos hacia Estados Unidos en relación con los dos primeros años de la actual administración, así como la realidad que ahora enfrentan los inmigrantes cubanos, en contraste con los beneficios legales que mantuvieron por muchos años.
En los días finales de su administración, en enero de 2017, y como parte del proceso de normalización de las relaciones con el gobierno cubano, el presidente Barack Obama eliminó la política de “pies secos, pies mojados” que permitía a los cubanos que llegaban a la frontera permanecer legalmente en Estados Unidos bajo un permiso especial conocido como parole.
La administración de Trump ha dado marcha atrás a muchas de las medidas tomadas por Obama, pero no la eliminación de esa protección legal, pese a lanzar una dura campaña de sanciones y denuncias contra las acciones represivas del gobierno cubano.
La decisión de Obama, así como las políticas restrictivas de inmigración del gobierno de Trump, frenaron la llegada de cubanos a la frontera sur, que tuvo un pico en el año fiscal 2016. Ese año, en pleno apogeo de la política de normalización, Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reportó la llegada de 41,523 cubanos. La cifra cayó bruscamente a solo 7,079 en el año fiscal 2018.
Pero la difícil situación económica en la isla ha impulsado un nuevo éxodo, pese a que la situación en la frontera cambió significativamente.
Según cifras de CBP, más de 21,499 cubanos llegaron sin visa a la frontera con México en el año fiscal 2019. El año fiscal comienza el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre.
“Por un lado, el continuo deterioro económico de la Isla (reflejado en la reducción de la tasa de crecimiento económico y agudizado, entre otras causas, por la creciente crisis en Venezuela, así como la intensificación de las sanciones económicas de Estados Unidos) sigue impulsando a una cantidad considerable de ciudadanos cubanos al exterior, sobre todo al sur de la Florida”, dijo Jorge Duany, director del Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de la Florida.
“Por otro lado, la percepción popular de que los cubanos que logran ingresar a territorio estadounidense aún pueden acogerse a la Ley de Ajuste Cubano y eventualmente regularizar su estado legal es un incentivo clave para emigrar a ‘la Yuma’ ”, agregó Duany.
MENOS CUBANOS PUEDEN BENEFICIARSE DE LA LEY DE AJUSTE
Pero aunque la ley de Ajuste Cubano sigue en pie, cada vez son menos los que pueden beneficiarse de ella, una realidad poco conocida en la isla.
Desde junio del 2019, la mayoría de los cubanos que llegan a la frontera con México para solicitar asilo tienen que esperar en ese país los resultados del proceso, según los nuevos procedimientos de los Protocolos de Protección Migratoria, el nombre oficial de la política conocida como “Permanecer en México”. Como resultado, estos cubanos no pueden demostrar estar “presentes físicamente” en Estados Unidos durante un año, uno de los requisitos para obtener un permiso de residencia amparado en la Ley de Ajuste Cubano.
“La elegibilidad para la Ley de Ajuste Cubano requiere, entre otras cosas, que un extranjero sea admitido o liberado bajo parole en Estados Unidos y tenga un año de presencia física en Estados Unidos”, dijo un vocero del Departamento de Seguridad Nacional.
“Independientemente del MPP, los ciudadanos cubanos que son detenidos en los puertos de entrada o cerca de la frontera pueden estar sujetos a procedimientos de expulsión de la misma manera que los nacionales de otros países,” agregó el vocero.
Entre junio y noviembre del 2019, según los datos más recientes obtenidos por TRAC, 7,362 cubanos fueron devueltos a México. Allí, muchos esperan en campamentos cercanos a la frontera a que sus nombres aparezcan en las listas publicadas por las autoridades de inmigración, con datos sobre cuándo y dónde son sus audiencias ante un juez estadounidense. Si no obtienen asilo, pueden apelar, pero deben permanecer en México, explicó el abogado de inmigración Wilfredo Allen.
Algunos solicitantes de asilo que pueden demostrar que su vida corre peligro en México o necesitan de tratamiento médico, por ejemplo, son admitidos en Estados Unidos, donde pueden permanecer detenidos hasta el final del proceso o ser liberados con un parole, afirmó Allen, quien representa a cubanos en centros de detención para inmigrantes en varios estados.
OBTENER ASILO ES “ARBITRARIO Y DIFÍCIL”
Los registros de los tribunales de inmigración también muestran lo difícil que es obtener asilo en Estados Unidos, incluso para aquellos que huyen de lo que la actual administración calificó de “la troika de la tiranía”: Cuba, Venezuela y Nicaragua.
No todos los que llegan a la frontera pueden pedir asilo, solo aquellos que demuestran inicialmente que su miedo a ser perseguidos si son devueltos a Cuba es “creíble”. El resultado del proceso depende mucho del juez y el estado donde sea visto el caso, dijo el profesor Juan Carlos Gómez, director de un centro que ofrece asesoría legal sobre inmigración y derechos humanos en la Universidad Internacional de la Florida.
De las 1,559 decisiones sobre casos de asilo de cubanos emitidas por los jueces en el pasado año fiscal, un poco más de la mitad, 796, fueron negativas.
“El número de personas que obtienen asilo no refleja la situación de los derechos humanos en la isla”, dijo Gómez. “La administración se queja de violaciones de derechos humanos en Cuba, pero está enviando a muchos cubanos de regreso sin consideración”.
La Asociación de Abogados Cubanoamericanos (CABA) está estudiando las políticas de inmigración y su impacto en los solicitantes de asilo cubanos “porque este tema tiene implicaciones relacionadas con los derechos humanos y está relacionado con las políticas del régimen totalitario cubano, que tiene una larga y documentada historia de perseguir a su gente”, señaló Candice Balmori, miembro de la junta directiva de CABA.
Pero los recursos de organizaciones como la que dirige Gómez o CABA no son suficientes para ayudar a los miles de cubanos con casos pendientes o que siguen llegando a la frontera.
Obtener asilo “es arbitrario y difícil, la mayoría de las personas no saben lo que tienen que demostrar”, dijo Gómez. “La mayoría no tiene acceso a asesoría legal. Es como operarse uno mismo”.
Fuente: El Nuevo Herald