Un total de 4.478.334 nicaragüenses están aptos para ejercer el voto, el régimen busca que la mayoría de los ciudadanos acudan a las urnas.
Se espera un alto porcentaje de abstencionismo debido al descontento de la ciudadanía, el régimen busca revertir la abstención para legitimar los comicios.
Sin embargo, algunas organizaciones desde el exilio están haciendo un llamado a los nicaragüenses a no votar y quedarse en casa, y han intensificado el cabildeo para que se incremente la presión internacional contra el régimen sandinista y el Ejército de Nicaragua.
Recientemente la subsecretaria adjunta para el hemisferio occidental del Departamento de Estado, Emily Mendrala, dijo ante el Congreso que el “proceso electoral, incluyendo resultados, carecerá de reconocimiento y legitimidad”.
Estados Unidos ha sancionado a 31 funcionarios y familiares de Ortega y a ocho entidades del Estado y negocios de la familia presidencial bajo las leyes Nica Act, Magnitsky y una orden ejecutiva. Unas 169 personas vinculadas a la dictadura han sido sancionadas con cancelación de visas.
“Estados Unidos respaldó en junio a la resolución del Consejo Permanente de la OEA, así como al trabajo del Comité de Derechos Humanos de la ONU. Ha trabajado de cerca con Canadá y la Unión Europea coordinando sanciones que aíslen al régimen Ortega-Murillo. El Departamento de Estado continúa apoyando al pueblo nicaragüense en su lucha por la democracia, la libertad y los derechos humanos”, dijo la funcionaria.
Mientras, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo que las elecciones presidenciales en Nicaragua no serán libres ni democráticas. Diputados del Parlamento Europeo y la Unión Europea se han pronunciado en ese mismo sentido.
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha condenado la represión y persecución en contra de políticos opositores en el país centroamericano, aunque hasta ahora los esfuerzos para la aprobación de la Carta Democrática Interamericana han sido infructuosos.
Sin futuro
Benjamín Lugo, del Movimiento por el Cambio, dijo que en Nicaragua habrá elecciones libres hasta que el país sea libre de la dictadura. “Por eso mantenemos nuestra posición de que esas elecciones no son válidas”.
“Nunca hemos creído que puede haber elecciones libres y democráticas en un país donde no hay libertad ni democracia. Ha sido un error creer que bajo una dictadura criminal podría haber elecciones libres cuando el dictador sabe que las perdería por tanto no las va a dar libre jamás”, subrayó Lugo.
Y es que para el activista opositor, la historia de fraudes consecutivos que Ortega ha cometido desde que llegó al poder es clara.
“En el 2008 fue el fraude electoral de las municipales, realmente escandaloso, hay pruebas en mano que hubo un fraude, la comunidad internacional en consecuencia suspendió su ayuda a Nicaragua, como la Cuenta del Reto de Milenio, y Europa también suspendió ayuda. En el 2011, Ortega repitió el fraude con las elecciones generales y luego con las elecciones municipales de 2012, en el 2016 y 2017 lo que hubo fue una farsa electoral”, apuntó.
“Por eso hemos sido consecuentes y lo que el pueblo sigue pidiendo es que se vaya la dictadura y no es cierto que este pidiendo elecciones. Este régimen ha sido señalado como criminales de lesa humanidad, es un régimen ilegítimo e ilegal”.
Lugo señaló que con Ortega en el poder no hay futuro para Nicaragua.
Segunda Cuba
Para Muñeca Fuentes, representante de Nicaraguan American Republican Alliance (NARA), desde hace algún tiempo Nicaragua viene a pasos agigantados convirtiéndose en la segunda Cuba de Latinoamérica.
Fuentes cree que la crisis actual en Nicaragua podría desembocar en una nueva guerra civil porque Ortega ya demostró que no esta dispuesto a entregar el poder.
“Ningún dictador sale con diálogo, ni elecciones, ni con flores, salen a través de las armas. No habrá mejoría para el país después de las elecciones, por el contrario, se van a creer más dueños de Nicaragua y a mantener secuestrado el país y a un pueblo bajo ese yugo sandinista”, acotó.
La activista señaló la división en la oposición y la falta de acceso a la justicia contribuye a la permanencia de Ortega.
“Es triste porque la oposición que es la mayoría del pueblo está infiltrada por una falsa oposición y la desesperación de querer salir de estos genocidas ha hecho que algunos acepten a esa falsa oposición, olvidándonos que muchos de ellos y me refiero específicamente a todos los sandinistas del MRS (Movimiento Renovador Sandinista, hoy UNAMOS) como Sergio Ramírez Mercado, Dora María Téllez, Mónica Baltodano, Luis Carrión, y podemos seguir la lista, son gente que tiene manchadas sus manos de sangre con crímenes de lesa humanidad, delitos que no prescriben. Entonces, no se puede sacar a Nicaragua adelante mientras no cerremos ese capítulo, hay que hacer justicia con todos esos crímenes cometidos desde 1979”, aseveró.
Fuente cree que el sandinismo que gobernó con Ortega durante la primera etapa es factor de desunión.
“Hay que reparar esos errores que hizo el gobierno de Violeta Barrios que aprobó amnistía, desarmó a la contra y dejó armado al sandinismo, dejando como jefe del Ejército a Humberto Ortega (hermano del dictador) y legalizando La Piñata, que continúa pagando el pueblo. Hay tanto por hacer”, exhortó.
Unidad
Lugo dijo que su movimiento busca la unidad de la oposición y organizan un congreso en Costa Rica a finales de octubre donde aprobarían un programa de la transición democrática y esperan elegir a un núcleo de ciudadanos con capacidad, liderazgo, credibilidad dentro y fuera de Nicaragua “para que sean los depositarios de la confianza del pueblo. Liderar la lucha y poder ejecutar ese programa de transición que se aprobaría en ese congreso”, aseguró.
Fuente: Diario las Américas