En una significativa derrota para el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el Congreso Nacional derrumbó el veto presidencial al proyecto de ley que prohíbe las salidas temporales de presos en régimen semiabierto, conocidas como «saidinhas», informó InfoMoney. Con 314 votos a favor y 126 en contra en la Cámara de Diputados, y 52 a 11 en el Senado. La decisión del Legislativo reafirma la creciente fragilidad política del Gobierno Lula y su dificultad para avanzar con su agenda en el Congreso destacó Gazeta do Povo.
Detalles de la votación y sus impactos
La caída del veto presidencial restauró la versión original de la Ley 14.843/2024, resultante del PL 2.253/2022, que limita las salidas temporales de presos. El Gobierno argumentó que la prohibición de las «saidinhas» violaba principios constitucionales, especialmente en relación con la protección de la familia. Sin embargo, la presión popular y la creciente inseguridad en el país fueron determinantes para la decisión de los parlamentarios.
El secretario de Seguridad Pública de São Paulo, Guilherme Derrite (PL-SP), relator de la ley, acompañó la votación y destacó la importancia de la medida. «La prohibición de las salidas temporales para visitas familiares es un paso fundamental para la seguridad pública y atiende a los deseos de la sociedad» afirmó Derrite, según informó Revista Oeste.
Reacciones y declaraciones
El líder del Gobierno en el Congreso, senador Randolfe Rodrigues (sin partido-AP), intentó retrasar la votación sin éxito. Después de la derrota, minimizó el impacto afirmando que el Gobierno mantuvo seis vetos y perdió en tres. «Los vetos derrumbados eran ampliamente apoyados por el Congreso, que tiene un perfil conservador», afirmó Rodrigues. Por otro lado, la líder de la Minoría, diputada Bia Kicis (PL-DF), celebró la decisión. «Fue una súper victoria para la oposición y para el pueblo brasileño», declaró Kicis, destacando la importancia de las votaciones para la seguridad pública y el orden social señaló Gazeta do Povo.
«Fake News»: otra derrota en el veto presidencial
Además de la cuestión de las salidas temporales, el Congreso mantuvo el veto del ex presidente Jair Bolsonaro a la criminalización de las supuestas «fake news» electorales. La Cámara de Diputados votó por el mantenimiento del veto con 317 votos a favor y 139 en contra, dispensando la necesidad de votación en el Senado, reportó Gazeta do Povo. La decisión fue vista como una victoria de la libertad de expresión y un mensaje directo al Supremo Tribunal Federal (STF) sobre la reglamentación de las redes sociales. El expresidente argumentó que la tipificación de las fake news contraría el interés público «por no dejar claro cuál conducta sería objeto de criminalización». La creación de un «tribunal de la verdad» sería un riesgo, pues podría definir subjetivamente qué es considerado falso, limitando la libertad de expresión.
El diputado federal Marcel Van Hattem (Novo-RS) afirmó que tipificar la difusión masiva de fake news sin criterios claros sería una forma de «perseguir a quien dice la verdad y a la oposición» según Gazeta do Povo.
El periodista JR Guzzo criticó la obsesión del gobierno Lula con la censura. «La censura es una obsesión del gobierno (la ley vetada tenía prisión de cinco años para los infractores), pero el brasileño común no quiere eso, comprobablemente; si lo quisiera ya lo habría dicho, y no lo dice. En ambos casos, Lula no quiso recibir los hechos en audiencia, de la misma forma en que no admite las realidades que no le gustan. El resultado fue el desastre de los vetos», comentó Guzzo.
Prohibición de financiamiento a políticas abortistas
Los parlamentarios de oposición también lograron una victoria significativa al prohibir el financiamiento de políticas de incentivo al aborto, invasión de propiedades y cambios de sexo para niños. La votación en la Cámara resultó en 339 votos por la caída del veto y 107 por la manutención, mientras que en el Senado el marcador fue de 47 a 23.
Un retroceso para Lula
Analistas políticos apuntan que las derrotas de Lula en el Congreso reflejan la falta de una base parlamentaria sólida y la creciente presión popular por medidas de seguridad y orden. «El gobierno Lula enfrenta un escenario adverso y necesita repensar su estrategia para conseguir avanzar con su agenda legislativa» evalúa el cientista político Leonardo Barreto.
El politólogo João Henrique Hummel consideró la última sesión del Congreso como un punto de inflexión sobre el futuro de las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo. «Al consagrar mayor independencia de los parlamentarios, no solo en cuestiones de Presupuesto de la Unión y pautas de votación, sino también en la elaboración de políticas públicas, la dinámica política en Brasil puede estar entrando en una nueva fase», afirmó Hummel.
La continuidad de las derrotas puede indicar la necesidad de un giro del Gobierno hacia el centro político, posiblemente involucrando una reforma ministerial después de las elecciones de octubre para incorporar nuevos actores partidarios y garantizar gobernabilidad. Mientras tanto, el Ejecutivo enfrenta desafíos significativos para mantener su agenda en el Legislativo y atender a las demandas de la población por seguridad y estabilidad.