Cuando un argentino visita un supermercado de cualquier parte del mundo siente envidia. Puede estar en Estados Unidos y ver como los productos del planeta están disponibles en las góndolas. Pasear por los países de la Unión Europea y corroborar que, además de la enorme cantidad de variedad del continente, los productos salen lo mismo en Madrid que en Berlín o París. Sin embargo, lo que resulta indignante es, cuando se recorren los socios del Mercosur como Uruguay o Brasil, existen productos mucho más baratos que en Argentina, que en teoría tendrían que encontrarse disponibles de Ushuaia a la Quiaca. Para un porteño ir de compras a Asunción, a esta altura, es como sentirse en el primer mundo.
Como comenté en un video para el PanAm Post en Tokio este año, hasta las mascotas de Japón tienen más variedad de lo que puede encontrar un ser humano en un supermercado argentino.
“Se tomó la decisión de abrir definitivamente las importaciones de determinados productos de la canasta familiar, en pos de poder hacer los precios más competitivos en beneficio de las familias y consumidores argentinos”, señaló el vocero presidencial Manuel Adorni hoy. Según el portavoz del gobierno de Javier Milei, hasta los mismos empresarios locales reconocieron que habían productos en góndolas con precios inaccesibles. Luego del anuncio oficial, se confirmó que también ingresarán varios medicamentos, que contribuirán a la baja de los complicadísimos importes de las farmacias argentinas.
El anuncio es positivo desde cualquier punto de vista. El ingreso de productos disponibles a un menor precio se traducirá sin lugar a dudas en un alivio diario, para un país que quedó arrasado por las políticas estatistas de las últimas décadas.
Sin embargo, hay que reconocer que, aunque el gobierno vaya en el buen camino, la argumentación de la medida no fue la adecuada. La Libertad Avanza llegó a donde está hoy con la promesa de “apertura unilateral” al comercio. El gobierno, independientemente de quien esté al frente, no debe ni puede decidir qué producto entra, para descomprimir qué nivel de precios en determinado sector. El que debe elegir qué compra y qué no es el consumidor argentino, en la góndola del supermercado. No una gestión gubernamental ajustando clavijas, aunque sea en el camino correcto.
El gobierno ha tomado buenas decisiones, como eliminar los controles de precios o desarticular la nefasta secretaría de Comercio, pero no deben dejarse de lado cuestiones de fondo. Sus partidarios tenemos la vara más alta y el paladar más negro que los seguidores del kirchnerismo y lo tienen que tener presente. Pero, más relevante que esto en materia electoral general, la población necesita percibir los beneficios de una apertura comercial irrestricta lo más pronto posible.
Espert, oficialmente un miembro de “Las fuerzas del cielo”
Otra de las noticias importantes en lo político de la jornada fue el ingreso formal de José Luis Espert a La Libertad Avanza, el espacio político de Javier Milei. Aunque el presidente había comunicado junto a su colega economista su ingreso a la política hace ya unos años, en las legislativas de 2021 participaron por dos espacios políticos diferentes, en dos distritos distintos. Milei fue electo como diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (con LLA) y Espert en la provincia de Buenos Aires con Avanza Libertad.
En las presidenciales del año pasado se separaron los caminos, ya que Espert participó dentro de Juntos por el Cambio, pero ambos se reencontraron con la elección de Milei como presidente de la Nación. Luego de estrechar los vínculos y del nombramiento del diputado bonarense para estar al frente de la comisión de Hacienda y Presupuesto, esta mañana se confirmó que Espert se suma al partido del oficialismo. Lo más seguro es que el economista juegue un rol importante en las elecciones de medio término de 2025, importantísimas para que Milei amplíe su base de sustentación parlamentaria.