El Mercado de los Enamorados (Market of Sweethearts, en inglés) ubicado en Nueva York fue noticia en los últimos días por la redada que hizo la policía de la ciudad, debido a la existencia de un burdel denunciado por los vecinos. Varios reportes de la prensa estadounidense también advirtieron la venta de drogas y de objetos robados a plena luz del día.
Luego de la redada llegaron más hallazgos. El Tren de Aragua, la megabanda criminal venezolana, participaría en una red de prostitución en al menos ocho estados, incluyendo Nueva York y obligando a las mujeres a trabajar en dicho mercado para pagar enormes deudas que contraen con el grupo y que podrían llegar a los 50000 dólares, según uno de los agentes que participó en la operación.
Está ampliamente registrado cómo el Tren de Aragua diversifica sus fuentes de ingresos a medida que se expande por la región, incluyendo redes de explotación sexual, narcotráfico y asesinatos con operaciones en países como Colombia, Perú y Chile. Sin embargo, lo que causa mayor preocupación es la manera en cómo se está infiltrando en las calles de EE. UU., según registros policiales plasmados en un documento obtenido en exclusiva por New York Post.
Prostitución, venta de Tussi y cuchillos en hoteles
En la Gran Manzana, el Tren de Aragua “está intentando reclutar integrantes para obligar a las mujeres a participar en el tráfico sexual, con la esperanza de que se convierta en una fuente principal de ingresos para la pandilla”, según el memorando filtrado.
Las víctimas caen en la trampa de “una vida mejor” en EE. UU., pero terminan en un círculo vicioso de tráfico sexual por una deuda casi imposible de pagar, a causa de las multas que les imponen los miembros de la megabanda. El resultado, de ello es que el grupo ha establecido “redes de tráfico sexual” como parte de las diversas “rutas migratorias” hacia el país norteamericano. Además, en Nueva York camuflan a sus integrantes como repartidores de comida para cometer crímenes, entre ellos la venta de cocaína rosa conocida popularmente como “Tussi”.
Texas también padece los estragos que causa el Tren de Aragua. Como respuesta, el gobernador republicano Greg Abbott lo declaró “grupo terrorista extranjero” perseguir a la pandilla bajo una ley antiterrorista reforzada, así como crear un grupo de trabajo para contrarrestar sus delitos, como ya lo ordenó dentro del Departamento de Seguridad Pública.
No es una decisión precipitada. El hotel Gateway ubicado en ese estado fue el lugar de escenas dantescas hace menos de 15 días con los criminales peleando en los pasillos con cuchillos y otras armas en las manos. Imágenes de vigilancia muestran “gente festejando… bebiendo, fumando y bailando provocativamente mientras hay niños presentes… al menos un arma siendo disparada,… hombres sosteniendo cuchillos y otro hombre con un hacha atacando a personas y causando daños al hotel frente a un guardia de seguridad”, según los documentos presentados por la fiscal del condado, Christina Sánchez.
Aunque la policía en el caso de Nueva York hace lo posible para desmantelar las operaciones del Tren de Aragua, el jefe de detectives del Departamento de Policía de Nueva York, Joseph Kenny, asevera que “se esconden muy bien a plena vista en la comunidad migrante”. Si bien hace la salvedad de que no todos los migrantes deben ser juzgados como criminales, también remarca que los delincuentes “llegan al extremo de usar ropa de Uber Eats y bolsas de entrega mientras están cometiendo sus delitos”.