MADRID.- La Unión Europea reafirmó este martes su llamado a las autoridades venezolanas para que garanticen la celebración de elecciones presidenciales inclusivas y competitivas el próximo 28 de julio. Además, expresó su disposición a considerar el envío de una misión de observación electoral si se cumplen las condiciones necesarias.
Asimismo, la Unión Europea advirtió al régimen de Nicolás Maduro sobre la necesidad de garantizar la imparcialidad en las elecciones presidenciales, especialmente después de la inhabilitación de María Corina Machado por parte del Tribunal Supremo, una decisión posteriormente respaldada por el Consejo Nacional Electoral, ambos organismos afín al dictador.
En este contexto, la Unión Europea subrayó la importancia de que los resultados electorales sean reconocidos a nivel internacional y hizo hincapié en que unas elecciones justas y transparentes son fundamentales para abordar la crisis política que afecta a Venezuela desde 2015.
El bloque europeo reiteró su compromiso con una solución pacífica y democrática liderada por los propios venezolanos, respaldando el papel de las fuerzas democráticas y de la sociedad civil en la búsqueda de una unidad cívica que promueva la democracia en el país sudamericano.
Es importante destacar que, aunque el Consejo Nacional Electoral de Venezuela anunció la fecha de los comicios, la Unión Europea aún no ha recibido una solicitud formal para desplegar observadores.
En consonancia con su compromiso con los principios democráticos y los derechos humanos, la Unión Europea sostiene que continuará colaborando con la comunidad internacional para promover el diálogo y el respeto al Estado de Derecho en Venezuela.
Unión Europea y los desafíos en Venezuela
La Unión Europea ha enfrentado desafíos logísticos y diplomáticos en su participación como observadora en el proceso electoral venezolano. En el año 2021, el organismo envió una misión de observación para acompañar las elecciones de gobernadores y alcaldes en Venezuela. Sin embargo, la decisión de no participar como observadora en las legislativas de diciembre de 2020 se debió a la consideración de que no había suficiente tiempo para la planificación y despliegue de sus equipos.
En un intento por persuadir a las autoridades venezolanas de posponer las elecciones, la Unión Europea solicitó un plazo adicional de seis meses para preparar su misión de observación. Pero, al no lograr éxito en este esfuerzo, optó por no desplegar sus equipos.
En octubre de 2023, el régimen y la oposición venezolana sostuvieron conversaciones en Barbados, durante las cuales la participación de una misión de observación de la Unión Europea fue uno de los puntos acordados entre las partes. En ese caso, la cercanía de las elecciones otorga a la Unión Europea poco más de cuatro meses para preparar y desplegar sus equipos de observación electoral.
Otro aspecto de controversia son las sanciones impuestas por la Unión Europea contra funcionarios venezolanos desde 2017. A fines de 2023, estas sanciones fueron renovadas por un plazo de seis meses, en lugar de un año, hasta mayo del presente año. Estas medidas incluyen un embargo de armas y equipos de represión, así como restricciones de visado para 54 ciudadanos, junto con el congelamiento de activos.