Apoyo al nuevo mandato de Ortega le sale muy caro a Alberto Fernández

En otro paso en falso de la bipolar política exterior Argentina, Alberto Fernández vuelve a terminar una vez más entre la espada y la pared. Ahora, por reconocer el nuevo período fraudulento de Daniel Ortega en Nicaragua y participar políticamente de un acto que terminó saliendo muy caro. Como para ilustrar la improvisación absoluta de los cuerpos “diplomáticos” del Frente de Todos, solo basta con ver lo que ocurrió esta semana. El representante argentino terminó compartiendo espacio con un iraní, acusado de ser uno de los responsables del atentado a la AMIA en 1994.
Daniel Capitanich, que se hizo presente para el inicio del nuevo mandato del dictador nicaragüense, comía y bebía, socializando con el resto de la diplomacia cómplice de Ortega cuando se enteró por los medios que en el mismo salón estaba Moshen Rezai, representando a Irán. Sobre el funcionario pesa una alerta roja de la Interpol, a la que supuestamente Nicaragua suscribe. Sin embargo, el iraní entró “como pancho por su casa” y compartió escenario con Nicolás Maduro y Miguel Díaz Canel.
“Estaba en otro sector de invitados. Nunca lo vio, se enteró por la nota de Infobae de lo que había pasado”, se lamentaron desde Casa Rosada. El papelón estaba hecho, por lo que la Cancillería argentina no tuvo más remedio que hacer otro, a modo de contención de daños, pero meramente simbólico: les pidió a las autoridades nicaragüenses que detengan a Rezai.
“La Argentina reitera, como lo ha hecho en agosto pasado ante la designación de Rezai como vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, que su presencia en Managua constituye una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido el 18 de julio de 1994″, señaló el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alberto Fernández.
Lógicamente, la solicitud formal del Gobierno argentino no tuvo ninguna consecuencia. No se sabe si el funcionario iraní sigue en Nicaragua o si ya regresó a su país, pero lo que sí es un hecho es que nadie le ha pedido ni siquiera explicaciones. Algo más que predecible. Cuando lo nombraron en el acto de Ortega, el locutor del evento lo presentó como el «hermano Mohsen Rezai”.
De esta manera, Fernández, además de sumar fuertes críticas internas de los familiares de las víctimas del salvaje atentado a la mutual judía, también comienza a sentir el impacto de su alineamiento internacional en el marco de la complicada negociación con el Fondo Monetario Internacional.
Fuente: PanamPost