Pero El Tiempo estableció que el Departamento de Justicia de Estados Unidos también recibió una copia de ese dosier y que algunos capítulos encajan con indagaciones y rastreos que agencias federales ya venían ejecutando dentro del expediente contra Saab y su entorno.
El rastreo del FBI
Para el FBI, las transacciones que se ejecutaron son clave. Incluso, ya hay información sobre el origen de los fondos que se movieron desde el Banco Central de Venezuela hasta un par de entidades en Ecuador cuyos socios se rastrean.
Pero el máximo interés de los agentes federales se está concentrando en establecer el paradero de cerca de 60 millones de dólares.
La jugosa suma hacía parte de las supuestas exportaciones ficticias del Fondo Global de Construcciones, una empresa abierta en Guayaquil, en 2012, ‘clon’ de la que Saab constituyó en Bogotá un año antes con el mismo nombre.
Cuando la Fiscalía de Ecuador empezó a indagar la presunta falsificación de facturas y sobrefacturación de los materiales que supuestamente salían de Ecuador para armar las casas subsidiadas en Venezuela, los dólares se congelaron.
Pero, cuando una jueza cerró el caso, el dinero empezó a salir a una serie de empresas, a manera de inversiones.
Fuente: Diario las Américas