Oliveros explica que el encuentro digital fue organizado por la Cámara venezolana española de industria y comercio, mientras que, por el gobierno venezolano, la conversación fue liderada por el ecuatoriano Patricio Rivera (exministro de Finanzas del Ecuador).
En paralelo a este encuentro, la empresa Petróleos de Venezuela, PDVSA, envió a un grupo de gerentes para negociar con Curacao la deuda que la estatal venezolana tiene en ese país.
“Sin duda, ambas iniciativas -sostiene Oliveros- forman parte de una estrategia del gobierno venezolano para tratar de ganar terreno y ejercer presión entre los acreedores para que sea con ellos con quienes haya que negociar pasivos de Venezuela, buscando al mismo tiempo, una flexibilización de las sanciones que les permita iniciar algún proceso de renegociación de la deuda externa, dado que, con las actuales sanciones, esto es imposible.
Oliveros recuerda que entre la República y PDVSA tienen cerca de $60.000 millones en deuda, monto que representa un poco más del 40% de la deuda total en divisas que tiene Venezuela. “Una renegociación y reestructuración de la deuda externa venezolana ameritará intensas negociaciones, pero es una acción necesaria, si se quiere avanzar en la recuperación económica del país”, sostiene Oliveros quien recuerda que sin financiamiento externo, esa recuperación no será posible.
En su informe de coyuntura, el economista sostiene que si suponemos un Hair Cut de entre 75%-80% del total de la deuda en bonos, estaríamos hablando de que Venezuela pudiera ver disminuir sus pasivos externos en cerca de $48.000 millones, lo cual significaría casi un tercio menos en el total adeudado.
“Este es un tema que debería ser perfecto para generar acuerdos y consensos entre los grupos políticos, ya que beneficiaría a todos los venezolanos, no obstante, las discrepancias políticas, además de las sanciones, han imposibilitado que se logren buenas noticias al respecto -analiza Oliveros- Para Maduro la importancia de este tema radica en el reconocimiento que pudiera lograr si entre los acreedores hacen presión ante la OFAC, para iniciar negociones. Pero para su proyecto, el default ha sido una bendición que le restó un importante problema, brindándole muy buenas excusas para no pagar. Además, sabe muy bien que conforme siga avanzando el tiempo, el recorte en las obligaciones que puede lograr será mayor”.
Por último, Oliveros advierte que con el tema de la deuda “han ocurrido manejos muy mediocres, que ojalá no sean retomados ni por una parte de la oposición ni por el gobierno. Sin duda es un tema complicado, sobre todo dentro de una parte de la oposición, en específico el sector radical, los cuales son de la idea de que la totalidad de esa deuda no debe ser respetada ni negociada; por esta razón el interinato poco o nada hizo en ese tema, más allá de pagar el primer cupón de intereses del bono Pdv20”.
Fuente: Diario las Américas