Desde entonces, los talibanes han abierto conversaciones en Doha con el gobierno afgano, pero las reuniones se estancaron inmediatamente cuando los rebeldes sunitas de línea dura insistieron en su forma de jurisprudencia islámica.
Trump ha cumplido gradualmente el retorno de los soldados estadounidenses, una promesa que hizo para terminar lo que ha denominado «guerras sin fin».
Después de 19 años de operaciones militares estadounidenses, la postura de Trump goza de un amplio apoyo. Estados Unidos intervino por primera vez en Afganistán tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 y desalojó al régimen talibán, que había albergado a Al Qaida.
Pero desde entonces los resurgidos militantes lanzaron una nueva batalla para derrocar al gobierno respaldado por Estados Unidos en Kabul, en la cual los civiles soportaron la peor parte de la espiral de violencia desde que las tropas de combate de la OTAN se retiraron en 2014.
Trump ya ha reducido las fuerzas estadounidenses en Afganistán a alrededor de 8.600 soldados, y los talibanes han cumplido sus promesas de no atacarlas.
Fuente: Diario las Américas