CIUDAD DE PANAMÁ.- El flujo de niños migrantes a través de la selva panameña hacia Estados Unidos experimentó un marcado aumento en el primer trimestre de 2024, con más de 30.000 menores enfrentando las adversidades del Tapón del Darién, según reveló Unicef.
Este incremento del 40% en comparación con el mismo período del año anterior resalta la preocupante situación que enfrentan estos jóvenes en su búsqueda de un futuro mejor. De los 30.000 niños migrantes, aproximadamente 2.000 llegaron solos o separados de sus familias, triplicando la cifra registrada en el primer trimestre de 2023.
El Tapón del Darién, una frontera natural de 266 km de extensión y 575.000 hectáreas de terreno impenetrable, se ha convertido en una ruta desafiante para miles de migrantes que provienen de Sudamérica en su trayecto hacia Estados Unidos.
A pesar de los peligros latentes como la presencia de animales salvajes, ríos caudalosos y la amenaza de grupos criminales, más de 520.000 personas cruzaron la selva en 2023. Esta travesía ha cobrado la vida de muchos niños, como lamentó el director ejecutivo adjunto de Unicef, Ted Chaiban, quien subrayó que el Tapón del Darién no es un lugar adecuado para la infancia.
En lo que va de año, más de 150.000 migrantes han atravesado esta peligrosa ruta, conformando un grupo diverso que incluye principalmente a venezolanos, haitianos, ecuatorianos y colombianos, así como a personas de origen asiático, especialmente chinos, y africanos.
Ante esta situación, el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, ha expresado su compromiso de deportar a los migrantes que ingresen al país por el Darién, lo que plantea desafíos adicionales en la gestión de esta crisis humanitaria.