Los resultados del informe arrojaron que Uruguay es el país más democrático de la región, al ocupar el puesto 13 del ranking, junto a Nueva Zelanda, Suecia, Luxemburgo, Reino Unido, Corea del Sur, Japón e Islas Mauricio, en un escalafón donde reina Noruega, considerada la democracia más sana del mundo.
En cambio, la categoría de los «regímenes autoritarios» reúne, además de a Nicaragua, Cuba y Venezuela, a Argelia, Egipto, Rusia, Ruanda, Vietnam y China, entre otros. En el último puesto está Afganistán, gobernado desde agosto por los talibanes y calificado como el país menos democrático del mundo.
No obstante, The Economist subrayó que durante 2021 la democracia flaqueó en la mayoría de los países bajo estudio. Solo el 6,4% de la población del mundo viviría hoy en «democracias plenas», mientras que un tercio del planeta estaría bajo «regímenes autoritarios».
Aunque el declive de la democracia es global, el peor escenario lo tiene América Latina, pues la puntuación promedio de la región perdió 0,26 puntos, frente al 0,22 de América del Norte y el 0,16 de Asia y Australia.
Según The Economist, un descenso de esa naturaleza no se producía desde 2010, a raíz de la crisis financiera global. Ello, tomando en cuenta que estos informes comenzaron a publicarse a partir de 2006.
El apartado de América Latina en el informe advierte que esos resultados reflejan «el descontento de la opinión pública con la gestión de la pandemia de coronavirus por parte de los gobiernos», lo cual hizo agravarse «algunas tendencias anteriores a la pandemia, como el creciente escepticismo sobre la capacidad de los gobiernos para hacer frente a la enfermedad y aumentó la tolerancia a los gobiernos autoritarios».
En la región Argentina sufrió un descenso de 0,14 puntos con respecto a 2021, y es calificada ahora como una «democracia imperfecta», mientras que Chile, que hasta el 2020 ocupó el segundo lugar de la región, cayó al tercer puesto, cediéndole esa ubicación a Costa Rica.
México, Ecuador y Paraguay pasaron a ser «regímenes híbridos», perdiendo así su categoría anterior de «democracias imperfectas».
Entre las naciones de Europa, España retrocedió del estatus de «democracia plena» al de «democracia deficiente», categoría en la que acompaña a Francia, Estados Unidos, Israel y Sudáfrica.
«Los resultados reflejan el impacto negativo de la pandemia en la democracia y en la libertad en el mundo por segundo año consecutivo, con la extensión considerable del poder del Estado y la erosión de las libertades individuales», indicó el resumen del estudio.
Fuente: Diario las Américas