El primer debate presidencial en México entre los tres candidatos que aspiran a suceder a Andrés Manuel López Obrador se convirtió en una guerra por acusaciones de corrupción. El lanzamiento mutuo de dardos entre Claudia Sheinbaum, representante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena); y Xóchitl Gálvez, abanderada de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, copó el cara a cara donde apenas figuró Jorge Máynez, aspirante del Movimiento Ciudadano.
Durante las dos horas del encuentro, ambas centraron sus intervenciones en reprochar abuso del poder público en los sectores que representan, para obtener beneficio personal y público.
Pocas veces salieron de ese punto. Si bien la agenda del primer debate presidencial de México estimó discutir sobre educación, salud, transparencia, la no discriminación, grupos vulnerables y violencia contra las mujeres, los cuestionamientos por corrupción eclipsaron la jornada.
Entre el fango
“Hoy, la corrupción está peor que nunca. Claudia Sheinbaum ofrece continuar con los abrazos a los delincuentes. Ofrezco construir un México donde podamos terminar con la violencia, pero sobre todo apostarle a la salud y la educación”, dijo Gálvez, quien también culpó a la representante del oficialismo por su supuesta negligencia en el mantenimiento de una línea del metro capitalino, lo que terminó en la fatal caída de vagones en 2021. Tras ello, propuso eliminar las asignaciones directas en las licitaciones públicas para garantizar la autonomía de las instituciones observadoras de la contabilidad pública.
“Lo que es un hecho es que hoy tenemos un presidente honesto y nunca podrán decir lo mismo de los presidentes del PRIAN (los partidos PRI y PAN) que representa la candidata Gálvez”, dijo en su defensa, Sheinbaum antes de proponer la digitalización de las cuentas estatales.
De esa forman intentaron aplanar el terreno donde tienen fango. Las dos arrastran los resultados del Tablero de la Impunidad elaborado por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) que revelan la opacidad en el desvío de nueve casos de 26738 millones de pesos en 16 casos corrupción, es decir, 1,6 mil millones de dólares, nueve correspondientes al sexenio de Andrés Manuel López Obrador y siete al de Enrique Peña Nieto.
Hasta ahora, el proceso penal se cursa contra 85 de 212 personas involucradas, lo que significa que alrededor del 60 % de los implicados no han sido investigados ni procesados por la justicia.
De las 85 sólo ocho han sido sometidas a todo el proceso penal. Además, los resultados revelaron que el grado de avance promedio en la resolución de los casos es de tan solo el 25%, y ninguno de ellos ha superado el 60%, evidenciando la persistente impunidad en el país.
Estrategia con resultado
A Jorge Máynez sólo pudo, en medio de los filosos intercambios, promover la transparencia de las licitaciones estatales. Así, la tensión quedó en el ambiente del primer debate presidencial en México.
La estrategia de Xóchitl Gálvez en contra de Claudia Sheinbaum le funcionó. Si bien cada una contó con cinco minutos, en tres bloques distintos, para responder las preguntas asignadas al azar en vivo. Según la encuesta hecha por Massive Caller, el 73,6 % de los mexicanos sintonizó el debate coordinado por el Instituto Nacional Electoral (INE).
De ellos, el 60,1 % mencionó que Xóchitl Gálvez presentó las mejores propuestas, por ello, la declaró ganadora del debate. En segundo lugar, con un 34,8 % aparece la candidata de Morena y en el tercer escalón quedó Máynez, con apenas un 5,1% de los electores que pensaron que hizo las mejores propuestas o fue el ganador.
La consultora también preguntó a los ciudadanos cómo cambió su intención de voto. Al respecto, el 76,8 % contestó que “reafirmó la preferencia que tenía”; el 13,6 % indicó que “cambió por otro candidato”; y el 9,6 % señaló que “no había decidido, pero después de escucharlos se decidió por alguno de ellos”.
En este sentido, los que indicaron que cambiaron su intención de voto, el 60,3 % lo hizo a favor de Xóchitl Gálvez; el 35, 2% para Claudia Sheinbaum; y el 7,4% para Jorge Álvarez Máynez.
Sin tiempo para perder
Sheinbaum, Máynez y Gálvez volverán a enfrentarse públicamente el próximo 28 de abril, en un segundo debate presidencial en México para intentar que la ciudadanía les elija para gobernar el país en los próximos seis años.
De los debates depende su futuro en las elecciones generales del próximo 2 de junio. La jornada será la más importante de la historia mexicana, con más de 20700 cargos públicos en juego, incluida la Presidencia, el Congreso Federal y nueve gobiernos estatales. Además, 95 millones de votantes están habilitados para sufragar.
Les tocará rearmar sus flechas, considerando que esta vez respondieron 30 preguntas elegidas por un laboratorio de investigación universitario, que seleccionó 108 preguntas de las 24000 que llegaron al ente. a través de las redes sociales, una dinámica formulada por el propio organismo electoral.