La propuesta de una nueva Constitución en Chile se plantea en medio de un ambiente de incertidumbre, por factores que incluyen la perdida de popularidad del presidente Gabriel Boric y la crisis de inseguridad que ha aumentado considerablemente como producto de la desigualdad social y económica.
Boric recibió el texto de la carta magna de la presidenta del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia, luego de ser aprobado por ese ente el pasado 30 de octubre, y se convocó a un plebiscito el domingo 17 de diciembre próximo.
La propuesta consta de 388 artículos, organizados en 15 capítulos. Propone la creación de un Estado plurinacional que reconozca la existencia de diversos pueblos originarios, la consagración de los derechos sociales como la salud, la educación y la vivienda, y el fortalecimiento de la democracia participativa, a través de la creación de nuevas instancias de participación ciudadana.
Qué piensan los chilenos
No obstante, la convocatoria al plebiscito se produjo en un contexto de creciente polarización en la opinión pública chilena.
De acuerdo con un estudio realizado por la encuestadora PARTNER 305, la mayoría de los chilenos estaría de acuerdo en cerrar el tema constituyente si gana la opción en contra.
Los resultados del estudio muestran que el 69,50% de los encuestados cree que el país debe cerrar el tema constituyente si gana la opción en contra, el 18,34%
considera que el país debe continuar directo a un tercer proceso constituyente y el 12,17% estima que se debe consultar nuevamente a la ciudadanía en un nuevo plebiscito de entrada.
Situación económica
La encuesta también revela que el 57% de los chilenos cree que la situación económica del país es mala o muy mala. Esta percepción es mayor entre los jóvenes (66%), los de bajos ingresos (64%) y los que viven en la Región Metropolitana (60%).
Asimismo, el 45% de los chilenos observa que la inflación es el principal problema económico de la nación austral. Le siguen el desempleo (30%) y la desigualdad (25%).
Desaprobación de Boric
Según la encuesta de PARTNER 305, la gestión del presidente Boric es ampliamente desaprobada por la ciudadanía chilena. Esto puede deberse a una serie de factores, como la inflación, el desempleo, la delincuencia y la percepción de que el gobierno no está tomando medidas para abordar estos problemas, de acuerdo con el análisis.
El sondeo indica que el 59,38% de los chilenos desaprueba la gestión del mandatario chileno, el 29,35% la aprueba y el 11,27% la considera neutra.
El CEO de la firma encuestadora, Daniel Quirós, manifestó que casi el 70% de la población chilena no aprueba la gestión de Boric, de acuerdo con los resultados de la encuesta, sumando los porcentajes de las evaluaciones de muy mala gestión (47,05%), mala (12,32%) y regular (11,25%).
“Eso castiga mucho para el desarrollo del país, que un presidente desde sus inicios esté desprestigiado y tenga poco margen de credibilidad para solucionar los problemas”, apuntó Quirós.
Mayor preocupación ciudadana
La encuesta de PARTNER 305 arrojó que más del 90% de las personas consultadas en esa nación percibe que la delincuencia aumentó en los últimos meses. Un tema prioritario para los chilenos.
Frente a esto, el Gobierno de Chile ha tomado una serie de medidas para combatir la delincuencia, como el aumento del número de policías en las calles, la implementación de nuevas tecnologías para la vigilancia y el fortalecimiento de la persecución penal. Sin embargo, estas medidas no han logrado revertir la inseguridad.
Quirós explicó que, efectivamente, hay un repunte en la preocupación de los chilenos sobre el problema de la delincuencia, sobre todo las mujeres que se sienten afectadas por esta situación.
Análisis del plebiscito
Por su parte, el exembajador de Venezuela en Chile Julio César Moreno, al referirse al plebiscito, indicó que su resultado tendrá un efecto significativo en el futuro de los chilenos.
Recordó que la Constitución de 1980 fue votada en una elección controlada por la dictadura militar. Sin embargo, en 1988, se aprobó el retorno a la democracia, y la Constitución de 1980 fue reformada sustancialmente.
A su juicio, a partir de entonces la llamada ‘Constitución de Pinochet’ pasó a legitimarse plenamente y durante 20 años de gobiernos de coalición, con el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Socialista, esa Constitución fue reformada sustancialmente eliminando los llamados “enclaves autoritarios”, y sirviendo de soporte al progreso económico, social y político que vivió Chile hasta el “violento estallido social de 2019”.
“Esto fue promovido por la izquierda radical y el Foro de Sao Paulo para que destruyera ese modelo de desarrollo capitalista, iniciando una crisis de gobernabilidad que aún perdura”, aseguró.
El estallido social
Moreno destacó que el estallido social de 2019 llevó a la convocatoria de un nuevo proceso constituyente, que resultó en la propuesta de una nueva Constitución que se votará el próximo 17 de diciembre.
Dijo que además del “terrible” costo social y humano que significaron seis meses de “crispación y violencia”, las pérdidas económicas y el impacto de la
violencia injustificada, “organizada por la izquierda subversiva orquestada desde Caracas y La Habana, produjeron pérdidas económicas estimadas en 3.300 millones de dólares por destrucción de propiedades privadas y públicas, incluyendo el metro de Santiago de Chile”.
Argumentó Moreno que todo lo que ha ocurrido desde el punto de vista político y social es consecuencia de aquel proceso que, si bien no logró el objetivo de imponer en Chile el sistema totalitario del socialismo del siglo XXI, sí contribuyó a desmontar el modelo neoliberal de una democracia que, si bien alcanzó innegables beneficios para ese país, no supo nivelar las brechas sociales de desigualdad, dejando espacios para la asechanza totalitaria.
“La solución democrática de Chile no está en una nueva Constitución, sino en la toma de conciencia del liderazgo político para acometer soluciones concretas que equilibren el crecimiento económico del país con el bienestar y progreso de la clase media y de los sectores menos favorecidos”, aseveró.
El análisis del exembajador de Venezuela en Chile sugiere que el plebiscito del próximo 17 de diciembre será un evento decisivo para el futuro de Chile. El resultado será un indicador de la dirección que tomará el país austral en los próximos años.