Varios legisladores republicanos boicotearon el martes la votación en el Senado sobre los candidatos seleccionados por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para presidir la Reserva Federal (Banco Central, Fed), acusando a esos economistas de ser «extremadamente controvertidos».
Los tres candidatos que Biden promovió están en el centro de una batalla política en el Congreso estadounidense.
Los republicanos en la comisión encargada de examinar esas nominaciones rehusaron asistir el martes a una de las reuniones y paralizaron el proceso de confirmación de los candidatos.
«No buscamos retardar el voto, lo que buscamos son respuestas», expresó el senador Pat Toomey, acusando a uno de los candidatos de Biden de posiciones «evasivas» y «deshonestas».
Sarah Bloom Raskin, ex número dos del Departamento del Tesoro durante la administración del demócrata Barack Obama (2009-2017) y elegida por Biden para el puesto clave de vicepresidenta de la Fed a cargo de la supervisión bancaria, concentra las críticas del lado republicano.
La señora «Raskin quiere que nuestro sistema bancario comience a elegir los ganadores y perdedores de manera que las familias estadounidenses se encuentren con facturas de gas y de electricidad más caras», acusó el jefe de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell.
Igualmente le reprochó a Lisa Cook, que se convertiría en la primera mujer negra en oficiar de gobernadora de la Fed, el haber «impulsado teorías de complot» alrededor del racismo y la Policía.
Los demócratas denunciaron el boicot de los republicanos. «En lugar de estar en su puesto, de hacer su trabajo, los republicanos abandonaron al pueblo estadounidense», reaccionó el jefe de la Comisión bancaria en el Congreso, Sherrod Brown.
Con una alarmante inflación de 7,5%, la mayor en más de 40 años en el país, los republicanos y conservadores están hartos de las políticas desacertadas de la administración Biden y de que los estadounidenses sufran las consecuencias de su empecinamiento para satisfacer las demandas de una agenda socialista dentro del Congreso de EEUU.
Fuente: Diario las Américas
Los republicanos en la comisión encargada de examinar esas nominaciones rehusaron asistir el martes a una de las reuniones y paralizaron el proceso de confirmación de los candidatos.
«No buscamos retardar el voto, lo que buscamos son respuestas», expresó el senador Pat Toomey, acusando a uno de los candidatos de Biden de posiciones «evasivas» y «deshonestas».
Sarah Bloom Raskin, ex número dos del Departamento del Tesoro durante la administración del demócrata Barack Obama (2009-2017) y elegida por Biden para el puesto clave de vicepresidenta de la Fed a cargo de la supervisión bancaria, concentra las críticas del lado republicano.
La señora «Raskin quiere que nuestro sistema bancario comience a elegir los ganadores y perdedores de manera que las familias estadounidenses se encuentren con facturas de gas y de electricidad más caras», acusó el jefe de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell.
Igualmente le reprochó a Lisa Cook, que se convertiría en la primera mujer negra en oficiar de gobernadora de la Fed, el haber «impulsado teorías de complot» alrededor del racismo y la Policía.
Los demócratas denunciaron el boicot de los republicanos. «En lugar de estar en su puesto, de hacer su trabajo, los republicanos abandonaron al pueblo estadounidense», reaccionó el jefe de la Comisión bancaria en el Congreso, Sherrod Brown.
Con una alarmante inflación de 7,5%, la mayor en más de 40 años en el país, los republicanos y conservadores están hartos de las políticas desacertadas de la administración Biden y de que los estadounidenses sufran las consecuencias de su empecinamiento para satisfacer las demandas de una agenda socialista dentro del Congreso de EEUU.
Fuente: Diario las Américas