WASHINGTON.- El senador republicano Marco Rubio condenó la política del gobierno del presidente Joe Biden con Latinoamérica, la que calificó como «una vergüenza» luego de la reunión que sostuvo esta semana, en Bogotá, un alto funcionario estadounidense con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la que se le solicitó a este último mediar con Venezuela.
«Otra prueba factible que evidencia cómo la política del gobierno Biden hacia LATAM es una vergüenza», escribió Rubio en su cuenta de X, antes Twitter.
El martes, el consejero principal adjunto de seguridad nacional de EEUU, Jon Finer, fue recibido por Petro en el Palacio presidencial de Nariño para una reunión en la que abordaron varios temas de interés común, entre ellos, la situación de Venezuela.
Tras el encuentro, ambos gobiernos publicaron un comunicado en el que se informó que Petro y el consejero Finer sostuvieron un diálogo «a profundidad» sobre la «situación en Venezuela» y «reafirmaron la importancia de implementar todos los elementos del Acuerdo de Barbados». Asimismo, ambos gobiernos destacaron la necesidad de «trabajar junto con todas las partes para cumplir con la hoja de ruta electoral acordada».
A la reunión en Bogotá también asistió Juan González, asesor de la Casa Blanca. De acuerdo al medio Bloomberg, funcionarios estadounidenses pidieron al presidente Petro que sirva de «puente» para facilitar la comunicación entre la oposición y el régimen de Venezuela, así como entre Venezuela y EEUU.
«Colombia puede servir como un puente importante, no solo para construir el diálogo entre la oposición y el chavismo, sino también, francamente, entre nosotros y Venezuela», aseguró González en una reunión informativa, reseñó Bloomberg.
Rubio criticó que se le pidiera a Petro mediar ya que no considera que el mandatario sea un actor imparcial.
«¿Cuál es la lógica de pedirle ayuda al exguerrillero del M-19, y camarada de Maduro, para que sea ‘mediador’ con la oposición venezolana cuando todos sabemos de qué lado está?», señaló Rubio.
Recientemente, Petro recibió críticas ante el silencio que ha mantenido con respecto a la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, un organismo controlado por el chavismo, de mantener la inhabilitación política contra la candidata opositora María Corina Machado, impidiéndole participar en las próximas elecciones presidenciales de este año.
El Acuerdo de Barbados fue un pacto que suscribieron el régimen de Nicolás Maduro y la oposición en la isla caribeña homónima en octubre pasado. El acuerdo estableció una «hoja de ruta» para que Venezuela pueda tener unas elecciones presidenciales libres y transparentes este año, en las que puedan participar todos los actores políticos que así lo deseen. No obstante, el régimen de Maduro, a través del TSJ, negó a Machado esa posibilidad.
Sobre la opositora pesa una inhabilitación por 15 años para ejercer cargos públicos. Machado considera que dicha inhabilitación es inexistente porque la Contraloría General del país nunca le notificó formalmente de la medida.
El comunicado de EEUU y Colombia destacó que la crisis política venezolana ha formado parte de una ronda más amplia de contactos con la que los gobiernos de ambos países quieren poner en valor su “relación estratégica”, avanzando en aspectos como migración y el cumplimiento de los acuerdos de paz en Colombia. Sin embargo, el comunicado no mencionó las elecciones presidenciales de Venezuela ni la situación específica de Machado.