Las muchas guerras de Biden

Es bien sabido que los presidentes estadounidenses rara vez ganan las elecciones debido al éxito en los conflictos en el extranjero. Sin embargo, con mayor frecuencia su legado se ve empañado por sus fracasos en el campo geopolítico y militar.
Si no, basta recordar al presidente George W. Bush, quien estará para siempre vinculado a la desastrosa decisión de ir a la guerra contra Iraq para eliminar las supuestas armas de destrucción masiva que escondía el régimen de Saddam Hussein, pero que al final resultaron inexistentes.
Por su parte, el presidente Barack Obama incrementó el número de tropas en Afganistán, pero aun así no logró ni la estabilidad ni la paz deseadas, aunque tiene entre sus éxitos la aprobación de la misión que dio muerte a Osama bin Laden, autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en suelo estadounidense.
Si bien el presidente Donald Trump quiso retirar todas las fuerzas estadounidenses de Afganistán y Siria, no lo logró, pero sí inició el programa de retirada tras el acuerdo firmado con los talibanes el 29 de febrero de 2020 en Doha.
Al presidente Joe Biden le tocó poner fin a la presencia militar estadounidense en Afganistán, en agosto de 2021, después de casi 20 años de conflicto. No obstante, esa salida resultó en que los talibanes recuperaron el control del país, creando una crisis de refugiados.
Se gastaron $1 billón de dólares tratando de sembrar alguna forma de democracia y derrotar a los talibanes, pero los incipientes logros se perdieron rápidamente.
Según el Pew Research Center, el 54 % de los estadounidenses dijo que la decisión de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán fue la correcta, de acuerdo con un sondeo realizado en 2021.
“Si bien el 70 % de los demócratas y los independientes de tendencia demócrata dijeron que la decisión de retirar las tropas fue la decisión correcta, aproximadamente la mitad de los republicanos y partidarios del Partido Republicano (34 %) compartieron esta opinión. En cambio, la mayoría de los republicanos (64%) dijeron que la decisión fue incorrecta”, acotó el estudio.
Tanto durante como después de la retirada de las tropas, la gran mayoría de los estadounidenses expresaron opiniones negativas sobre el manejo de la situación en Afganistán por parte de la administración Biden.
En todo caso, su administración liquidó recientemente a Abu Bakr al-Baghdadi, fundador y líder del grupo terrorista islámico Isis, quien falleció durante una operación especial liderada por Washington en el noroeste de Siria.
Ahora, también está el conflicto entre Ucrania y Rusia donde Biden seguramente ganará algunos aplausos por mantener unida a la alianza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) luego de la decisión de armar al gobierno de Kiev.
Pero, la guerra continúa, y ni todas las armas (un valor aproximado de 9.000 millones de dólares) ni las sanciones contra el Kremlin, han persuadido al presidente Vladimir Putin para que renuncie a su ambición expansionista.
Es posible que la guerra en sí no tenga un gran impacto en la forma en que la gente vote en las elecciones intermedias de noviembre, pero sus consecuencias, en particular el efecto sobre el suministro de energía, el aumento del costo de vida y la enorme cantidad de dinero gastado en armar a Ucrania, tendrán repercusiones políticas para Biden y el Partido Demócrata.
Biden, sin duda, espera que su suerte haya mejorado con la aprobación, por fin, de su Ley de Reducción de la Inflación, que incluye la asignación de $369.000 millones para energía renovable y el cambio climático, además un aparte para reducir los precios de los medicamentos recetados.
De acuerdo con la última actualización del 19 de agosto de 2022 del sitio web FiveThirtyEight, que se enfoca en el análisis de encuestas de opinión, “los demócratas actualmente tienen la ventaja en la campaña por el Senado. Esto se debe en parte a que en algunas contiendas clave, los republicanos han seleccionado candidatos débiles que perjudican sus posibilidades de llegar a la cámara en noviembre”, aunque sostienen que la mejor oportunidad del partido está todavía en Georgia.
Mientras, el historial de Biden es mixto de cara a los próximos comicios.
¿Podrá acaso el actual legado marcar una diferencia para Biden para ganar esa batalla política de cara a las elecciones de medio término y a las presidenciales de 2024?
En poco tiempo lo sabremos.
Fuente: Diario Las Amércias