Las sanciones de Estados Unidos, el principal socio comercial de Nicaragua, no han surtido efecto para castigar al régimen de Daniel Ortega por violaciones a los derechos humanos y su permanencia ilegal en el poder tras las fraudulentas elecciones. Por el contrario, Ortega continúa radicalizando su dictadura, mientras las exportaciones siguen en ascenso.
El intercambio comercial entre ambas naciones fue de 8.304 millones de dólares en 2022. Estados Unidos importó de Nicaragua 5,727 millones de dólares, y exportó 2,576.8 millones, de acuerdo con el Censo de Estados Unidos. En enero de 2023, las importaciones de Estados Unidos procedentes de Nicaragua continuaron en aumento, un 11% más en relación a enero de 2022.
Pese a que informes de organismos de derechos humanos indican que el régimen sandinista habría cometido crímenes de lesa humanidad en el contexto de las protestas de abril, eso no ha evitado que Estados Unidos siga siendo el principal socio comercial de Nicaragua.
Dos leyes de sanciones aprobadas por el Congreso de Estados Unidos para el tema de Nicaragua, permanecen inutilizadas. Se trata de la Nicaraguan Investment Conditionality Act, y la ley Renacer, ambas establecen medidas para frenar el autoritarismo del régimen sandinista de Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo.
Ortega continúa afianzando su dictadura y entre sus últimas acciones ordenó el cierre del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y las cámaras empresariales aglutinadas en ese organismo, en venganza por la ruptura del modelo económico de “diálogo y consenso”, entre el régimen y el sector privado tras las protestas de abril de 2018.
El cierre del organismo empresarial se originó un mes después de la liberación y destierro de los principales líderes del Cosep a Estados Unidos, que habían sido condenados por la dictadura entre 9 y 13 años de cárcel.
Tras el retorno del sandinismo al poder, Ortega estableció el pacto de “diálogo y consenso”. Las decisiones del país se tomaban con anuencia del empresariado a cambio de no inmiscuirse en política. Las relaciones eran bastante beneficiosas para ambas partes. Los empresarios ganaban mucho dinero y Ortega destruía la institucionalidad del país: hizo reformas a la Constitución de la República y aprobaba leyes que garantizaban su permanencia en el poder y la sucesión dinástica.
El Censo demuestra que desde 2017, previo a las protestas de abril de 2018, las exportaciones nicaragüenses han ido en ascenso gradualmente de 3 mil 200 millones en 2017, a 5 mil 727 millones en 2022.
El régimen sandinista no se ha visto debilitado hasta ahora porque Estados Unidos sigue siendo su principal socio comercial. La mitad de las exportaciones de Nicaragua tienen como destino Estados Unidos y siguen en aumento.
El cierre de la Cosep para cortar el financiamiento de la oposición
Héctor, a quien llamaremos así por razones de seguridad, es un exfuncionario del Cosep que asegura que la medida del cierre de la organización empresarial y sus cámaras tiene como propósito bloquear el respaldo económico para una candidatura presidencial opositora en los comicios de 2026 y eliminar la red de apoyo electoral.
Sectores de la oposición vinculados al sandinismo disidente que gobernó con Ortega durante la primera dictadura sandinista apuestan por ir a elecciones con el dictador pese a que en 2021 encarceló a sus adversarios semanas antes de elegir el candidato presidencial. Siete ex precandidatos fueron encarcelados por Ortega.
“Cualquier candidatura sin respaldo económico no funciona. El apoyo económico de las empresas privadas a una candidatura presidencial siempre ha jugado un rol importante. Ortega se prepara para eliminar futuros adversarios políticos ya sea que él se postule o bien que lo haga con cualquier miembro de su familia”, apuntó.
Las cámaras tienen representación en los distintos departamentos a través de sus distintas asociaciones.
Estados Unidos ha ignorado la petición de algunos sectores de la oposición de suspender a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, países de Centroamérica y República Dominicana (conocido como DR-Cafta), que beneficia al país con la compra de productos y aranceles preferenciales, con lo que disminuirían las exportaciones a Estados Unidos.
“El Cosep tenía tres funciones principales: Uno, organizar al sector privado; dos, a partir del ‘diálogo y consenso’ fue interlocutor entre el gobierno y el sector privado; y ser la imagen del sector privado a nivel internacional para promover la inversión”, refiere el exfuncionario del Cosep.
A partir de los sucesos de abril, todo eso se perdió porque Ortega acusó a los empresarios de coludirse con la oposición para darle un “golpe de Estado”.
Pese al cierre del organismo, Héctor cree que el sector privado va a mantenerse. Las exportaciones han ido en aumento pese a que las relaciones estaban rotas entre las partes.
Las remesas son otro rubro importante en ascenso. En 2022, Nicaragua recibió 3.225 millones de dólares en remesas, 50,2% más en relación al año 2021. Casi el 77% de ese monto fue enviado desde Estados Unidos.
Los beneficios que el régimen de Ortega está recibiendo proceden de Estados Unidos. Las remesas, el incremento de las exportaciones, los préstamos de la banca internacional, y los fusiles del Ejército y la policía sostienen la dictadura en Nicaragua.